Los datos sobre la salud de todos los australianos formarán parte del registro My Health Record a menos de que opten por salirse de éste en un plazo de tres meses, que abarca entre el 16 de julio y el 15 de octubre próximo, anunció la Agencia Australiana Digital de Salud.
Este anuncio se da después de que el Gobierno australiano implementara una serie de medidas sobre el uso secundario de estos datos que motivaron la preocupación en torno a la privacidad de los pacientes, recordó el diario Sydeny Morning Herald.
Las medidas permiten que la información médica pueda ser utilizada por terceros para investigaciones sobre salud pública a partir del 2020, a menos que los individuos opten por salirse del registro.
Las organizaciones comerciales pueden pedir el acceso a los datos, pero deben probar que sus fines son de interés público.
Alrededor de cinco millones de australianos están inscritos en My Health Record, que permite concentrar toda la información médica de los pacientes, incluyendo sus alergias, condición, medicamentos, resultados de exámenes clínicos, entre otros.
Ellos pueden acceder a ellos por internet y compartirlos de forma segura con sus médicos.
Los usuarios pueden controlar qué datos quieren compartir con terceros mediante la clasificación de la información como acceso restringido, utilizando el botón “withdraw participation”.
Si usted desea restringir el acceso puede visitar el portal de o llamar al 1800 723 471.
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