El gobierno del primer ministro, Scott Morrison, anunció una serie de medidas para ayudar a los trabajadores ocasionales (casuales), los comerciantes individuales (sole traders), los jubilados y los que reciben apoyo a los ingresos, como parte de su segundo paquete de estímulo de $66,000 millones de dólares para hacer frente al coronavirus.
Entre los anuncios dados hoy en Camberra por el primer ministro australiano, Scott Morrison, y su tesorero, Josh Frydenberg, se incluye el pago de un nuevo suplemento contra el coronavirus de duración limitada de $550 por quincena a los beneficiarios actuales.
También se anunciaron pagos a nuevos receptores de ayudas, tales como Job Seeker Payments, Youth Allowance, Parenting Payments, Farm Household Allowance y de Special Benefits.
Además del pago único de los $750 anunciados hace diez días, el gobierno dará otros $750 adicionales a la quienes reciban pagos de seguridad social y a los veteranos, así como a los portadores de las Concession Cards (tarjetas de descuento).
Este suplemento se pagará durante los próximos seis meses a un costo de $14,100 millones.
El gobierno además eliminará temporalmente el requisito de la evaluación de ingresos y bienes para recibir las ayudas sociales, así como el período de espera para solicitar la pensión de desempleo. Esto permitirá a los australianos a acceder más rápidamente al apoyo que necesiten.
Esta medida es parte del segundo tramo del paquete de estímulo de $66,000 millones de dólares.
El primer ministro explicó que el conjunto de todos los paquetes superan los $185,000 millones de dólares, lo que equivale a un 10 por ciento de la economía nacional.
Morrison adelantó que se necesitará una tercera ronda de inyecciones financieras para mitigar el impacto del COVID-19 en la economía.
ACCESO A SUPERANNUATION
Frydenberg, explicó que el acceso a los fondos de retiros estará disponible para cualquiera que vea sus ingresos caer en al menos un 20 por ciento:
A partir de abril, los afectados tendrán acceso al Superannuation, con un tope de $10,000 para este año fiscal y de otros $10,000 para el siguiente año fiscal.
Estos retiros estarán libres de impuestos y disponibles para aquellos que sean elegibles para recibir el pago suplementario por el coronavirus, así como para los empresarios individuales o sole-traders que hayan visto un desplome en sus horas de trabajo o sus ingresos.
“Por lo tanto, si usted es un sole trader o hace trabajo esporádico y ha visto sus ingresos o sus horas de trabajo disminuidos en un 20 por ciento o más como resultado del coronavirus, podrá tener acceso adelantado a su Superannuation”, precisó el tesorero.
Las solicitudes se harán en línea mediante una simple declaración a la oficina de impuestos (ATO).
Mayor acceso a créditos y protección contra la insolvencia
El paquete del domingo incluye una expansión significativa para asegurar los pagos de los salarios que realizan las pequeñas empresas a sus trabajadores.
Frydenberg recalcó que el gobierno va a proponer aumentar el umbral para que un acreedor adopte medidas de embargo a $20,000. El gobierno será garante de préstamos inseguros de hasta $250,000.
Las pequeñas y medianas empresas y las organizaciones sin fines de lucro recibirán un reembolso completo de las retenciones del impuesto sobre la renta hasta de $100,000.
Todas las empresas recibirán un mínimo de $20,000, lo que representa un aumento de 10 veces la cantidad anunciada anteriormente.
Se espera que esto ayude a unos 690,000 negocios que emplean a unos 7,8 millones de personas, además de unas 30,000 organizaciones sin fines de lucro que no estaban previamente contempladas en el primer paquete para recibir la inyección de dinero.
El gobierno inyectará $25,200 millones de dólares adicionales de dinero a las empresas, además de los $6,700 millones ya anunciados.
Las empresas podrán pedir prestado hasta $250,000 sin garantía con el respaldo del gobierno y no tendrán que hacer pagos durante los primeros seis meses de haber recibido el crédito.
La medida no se aplicará a la refinanciación de los préstamos existentes, ya que éstos obtendrán una congelación de seis meses, en virtud de las medidas que los bancos anunciaron el viernes.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, explicó que el objetivo de esta segunda ronda de estímulos es que las pequeñas empresas sepan que cuentan con el respaldo del gobierno.
El primer paquete, valorado en $17.600 millones, incluía dinero en efectivo para los pensionistas y las personas que reciben asistencia social, subsidios salariales para los aprendices y la ampliación de las desgravaciones fiscales para las empresas que compren nuevos equipos.
Sin embargo, estas medidas fueron objeto de críticas por ofrecer poco a los comerciantes individuales y a las organizaciones sin fines de lucro y, a medida que la crisis aumenta, se ha hecho evidente que se necesitaba mucho más.
El Banco de la Reserva y el gobierno también han puesto a disposición de los bancos $105,000 millones para conceder préstamos de bajo interés a las empresas.
Los economistas pronostican que casi un millón de personas podrían quedarse sin trabajo en Australia antes de finales de octubre debido a las medidas de distanciamiento social, confinamiento y el cierre de las fronteras.