El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, ganó hoy una votación al interior del Partido Liberal en la que se jugaba su liderazgo contra el titular del Interior, Peter Dutton, por la crisis generada por su plan energético.
Turnbull obtuvo 48 votos a favor, mientras Dutton consiguió 35, según anunció a la prensa la encargada de los procedimientos disciplinarios de esa formación política, Nola Merino.
En la votación a puerta cerrada en Camberra, la ministra de Exteriores, Julie Bishop, fue ratificada como la número dos de los liberales al ser la única candidata.
Tras conocerse los resultados, Dutton dimitió a su cargo como ministro, aunque seguirá ejerciendo como legislador sin cartera.
Se espera además una recomposición del Gabinete.
Turnbull asumió el cargo de primer ministro en 2015 tras arrebatarle el poder a su correligionario Tony Abbott y un año después ganó los comicios electorales, aunque la coalición que dirige solo tiene un escaño de mayoría en el Parlamento australiano y tiene que negociar los votos en el Senado
Eso suponía que Turnbull podía perder el puesto del Partido Liberal y por ende, del Gobierno de Australia.
Pero esta vez se salvó.
El nombre que sonaba con fuerza como candidato a suceder a Turnbull es el titular del Interior, Peter Dutton, quien ha sido denunciado por el Canal 10 de presuntamente violar un artículo de la Constitución debido a que unas guarderías vinculadas a un fideicomiso familiar reciben subvenciones del Gobierno.
Pero Dutton, un exagente antinarcótico, ha negado esta denuncia y asegura que la asesoría legal recibida apunta a que ejerce legítimamente el cargo de diputado en el Parlamento de Camberra.
Dutton ya dimitió a su cargo de ministro y seguirá solo como legislador sin cartera.
Peter Dutton, right, and Malcolm Turnbull at an official opening Source: AAP
El plan energético, la manzana de la discordia
La manzana de la discordia entre los liberales es la política energética dado que un sector conservador, liderado por el exprimer ministro Tony Abbott, insisten en mantener las plantas de carbón y rebajar los precios de la electricidad, en medio de una inestabilidad que lleva años por la indecisión de fijar una política energética clara para que se de paso a las inversiones en el sector.
El primer ministro ha dado su brazo a torcer varias veces en los últimos días y ha cambiado su plan denominado Garantía Nacional Energética (NEG, siglas en inglés) varias veces hasta el punto de anunciar el lunes que desistirá de legislar respecto a la reducción de emisiones de gases contaminantes en 26 por ciento respecto a los niveles de 2005.Esto era un componente importante del NEG, pero debido a las presiones, Turnbull aseguró que lo principal es rebajar los precios de la electricidad y asegurar los empleos de los australianos.
Pero nada parece apaciguar a los rebeldes encabezados por Abbott, representante del ala dura conservadora de los liberales.
Abbott el instigador
Abbott, a quien Turnbull le arrebató el poder en 2015 por los malos resultados en las encuestas, comentó que el primer ministro está dispuesto a abandonar sus principios.
Y es que Turnbull fue uno de los liberales que se mostraba hace años a favor de las medidas contra el cambio climático en Australia, un país que produce un 85 por ciento de su energía con plantas generadas con combustibles fósiles.
“Lo que queremos saber es dónde se sitúan las convicciones del primer ministro?, remarcó Abbott la noche del lunes a periodistas en Camberra. “Siempre creímos que sus convicciones eran los problemas del cambio climático. Creo que probablemente siga siendo así y lo que pasó esta mañana fue una conversión por conveniencia”, comentó.
Abbott además tiene una discrepancia que se remonta desde hace una década con Turnbull por las posiciones contrarias frente al cambio climático e incluso le arrebató el poder al empresario y republicano cuando estaban en la oposición.
Turnbull asegura que su política energética está viva y que las modificaciones no suponen un abandono de los objetivos del Acuerdo de París, pero el legislador Kevin Andrews, cercano a Abbott, consideró que el NEG está muerto.
Tony Abbott has backed Donald Trump's calls for NATO allies to lift defence spending. Source: AAP
Los “juegos de trono”, una cosa común en Australia
Frank Bongiorno, historiador de la Universidad Nacional Australiana (ANU, siglas en inglés), comentó en un artículo en The Conversation, que un importante estudio sobre la selección y destitución de líderes de los partidos en las democracias parlamentarias de los países anglosajones, que fue publicado en 2012, se refiere a las tácticas maquiavélicas.
Muchos de estos ejemplos citados provienen de Australia.
La lucha por el poder se ha intensificado en Australia en las décadas recientes, especialmente desde 2001: Tras la derrota de Malcolm Fraser en 1983 en los comicios federales, el Partido Liberal cambió de líderes seis veces hasta que se calmó un poco con John Howard en 1995, comenzando así una era en la que dirigió por 13 años a sus correligionarios.
Después de las elecciones de 2007, que perdió Howard, la Coalición ha cambiado de líderes tres veces, mientras que el Partido Laborista ha tenido ocho líderes desde la derrota de Paul Keating en los comicios de 1996.
Bongiorno indica que Australia no comenzó a cambiar líderes ayer. El sefólogo Malcolm Mackerras sugiere que la pugna por el poder no dio el pistoletazo con el binomio laborista Kevin Rudd-Julia Gillard entre 2012 y 2014, sino con la rivalidad entre John Gorton Billy McMahon a finales de la década de 1960 y principios de 1970.
Anteriormente Australia vivió una era de gobiernos de larga data tras la Segunda Guerra Mundial, cuyo gobierno solo se vio en medio de la turbulencia con la salida del laborista Gough Whitlam a mediados de la década de 1970.
“Pero la inestabilidad en el liderazgo no solo tiene que ver con el liderazgo. Tiene que ver con la manera en la que hacemos política”, comenta Bongiorno al apuntar a la combinación de constantes sondeos de opinión y en el caso del Partido Liberal, la soberanía del partido parlamentario en asuntos de liderazgo. A esto se suma, agregó el historiador, la crisis creciente en la política conservadora y el revuelo global causado por el populismo en las democracias anglosajonas con el Brexit y la irrupción de Donald Trump. Asimismo, los diarios de News Corp juegan, a su parecer, un papel importante en las maniobras dentro del partido que causan la desestabilización de sus líderes, así como los periodistas radiales y los investigadores de las consultoras que hacen lobby político.
La pregunta es, ¿se salvó Turnbull?
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