Expertos en derechos humanos de la ONU pidieron el domingo a Australia que repatrie a 46 de sus ciudadanos que se encuentran actualmente detenidos en los campos de Al-Hol y Roj en Siria.
En un comunicado difundido el domingo, 10 relatores especiales del organismo internacional concluyeron que llevar a este grupo -- que incluye a 30 niños, algunos de tan sólo dos años -- a su casa en Australia era "la única respuesta legal y humana".
Los australianos se encuentran en los campos de Al-Hol y Roj, descritos por los expertos como lugares "inciertos y sórdidos" para ellos.
Según Australia, están detenidos por supuestos vínculos pasados con el grupo Estado Islámico.
"Algunas de las mujeres pueden haber sido coaccionadas o traficadas a Siria", indicaron los expertos.
Los relatores argumentan que la complejidad de la situación no puede justificar "la absoluta falta de medidas" adoptadas por Canberra para remediar la "pura y simple eliminación de los derechos de los ciudadanos australianos resultante de su privación arbitraria de libertad".
La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Marise Payne, dijo el domingo que el gobierno estaba analizando el tema, pero no quiso dar información sobre la repatriación o la naturaleza de las preocupaciones de seguridad sobre los ciudadanos en Siria.
La representante de Australia ante la ONU, Amanda Gorely, dijo en una respuesta a la carta de los expertos que la repatriación desde Siria se analiza caso por caso y señaló que Canberra había traído a casa a todos los menores no acompañados en Siria desde 2019.
La opinión que el gobierno australiano mantiene desde hace tiempo es que sus obligaciones en materia de derechos humanos no se extienden a las condiciones de los campamentos del noreste de Siria, agregó.