Australia seguirá extrayendo carbón para la exportación como consecuencia de la creciente demanda internacional, afirmó este jueves el primer ministro Scott Morrison, ignorando las recomendaciones de un estudio que insta a dejar sin explotar el 95% de los recursos de este mineral en el país para intentar detener el calentamiento global.
De acuerdo a este estudio, publicado esta semana por la prestigiosa revista Nature, el 89% de los recursos de carbón a nivel mundial y el 95% de los australianos no deben ser utilizados para alcanzar al 50% de posibilidades de cumplir con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C en comparación con los niveles del periodo preindustrial.
El primer ministro consideró que los recursos energéticos de Australia son necesarios para países en desarrollo, y quiere creer que probablemente la tecnología pronto permitirá que el carbón se queme "de una manera mucho más respetuosa con el clima".
Puntos destacados:
- Australia seguirá extrayendo carbón para la exportación como consecuencia de la creciente demanda internacional, según el primer ministro australiano, Scott Morrison, cuyo gobierno se niega a fijar un objetivo de neutralidad de emisiones para 2050 como otros países.
- Un estudio de Nature insta a dejar sin explotar el 95% de los recursos de este mineral en el país para intentar detener el calentamiento global.
- Las exportaciones de carbón representaron 50.000 millones de dólares australianos (31.000 millones de euros, unos 36.700 millones de dólares estadounidenses) de ingresos en un año, y la industria cuenta con 50.000 puestos de trabajo directos, destacó el ministro de Recursos australiano, Keith Pitt.
"Continuaremos extrayendo los recursos que podamos vender en el mercado mundial", añadió Morrison.
"Por supuesto, prevemos que la demanda global de estos productos pueda cambiar con el tiempo", subrayó.
Los recientes incendios, sequías y ciclones de intensidad poco común que han azotado a este país han empeorado como consecuencia del cambio climático, de acuerdo a los científicos.
Los ecologistas aseguran que la pasividad respecto a este asunto podría costar miles de millones de euros a la economía del país.
Pero Australia se negó a fijar un objetivo de cero emisión de carbono y continúa siendo uno de los mayores exportadores de combustibles fósiles del planeta.
Las exportaciones de carbón representaron 50.000 millones de dólares australianos (31.000 millones de euros, unos 36.700 millones de dólares estadounidenses) de ingresos en un año, y la industria cuenta con 50.000 puestos de trabajo directos, destacó el ministro de Recursos australiano, Keith Pitt.
Se trata del segundo producto con mayor exportación del país, sólo por debajo del mineral de hierro.
"La realidad es que la demanda global de carbón australiano aumenta y debería seguir haciéndolo durante la próxima década", afirmó el ministro en un comunicado, prometiendo a los trabajadores del sector un "compromiso a largo plazo" por parte del gobierno.
Líderes de 196 países se reunirán entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre en Glasgow (Escocia) para la Conferencia Mundial sobre el Clima (COP26).
Esta reunión, considerada la más importante desde la de París en 2015 (COP21), prevé dar un paso decisivo para el establecimiento de objetivos para lograr frenar el cambio climático.