El gobierno australiano tiene entre manos un proyecto de ley que limita el uso del dinero en efectivo hasta por $10,000, una medida que sus detractores considera Orwelliana porque da poder a las autoridades sobre las finanzas de la gente, según la cadena local ABC.
El gobierno australiano quiere que el Parlamento apruebe una ley para poner un límite de El gobierno australiano a los pagos en efectivo que pueda hacer una empresa con ABN para transacciones, como la compra de un vehículo, compra de propiedades o renovaciones, entre otras.
Las transacciones privadas entre individuos que no posean ABN no serán afectados por la medida, así como tampoco los pagos que se hacen en efectivo a las instituciones financieras.
De aprobarse la ley, ésta entraría en vigor el 1 de enero de 2020 y organismos como AUSTRAC deberán reportarlas desde el 1 de enero de 2021, según la cadena local ABC.
Algunos sectores empresariales han pedido al gobierno federal que retire la propuesta, que fue anunciada en el presupuesto 2018-19 como parte de un plan para luchar contra el mercado negro.
El gubernamental Grupo de Trabajo de Economía Negra argumenta que el imponer una cota a las transacciones que hacen las empresas y los individuos de $10,000 ayudará a luchar contra el lavado de dinero y la evasión de impuestos, así como otros crímenes.
Los detractores de la ley consideran que las leyes darían a los bancos, que ya han sido puestos bajo la lupa en el marco de las investigaciones de la Comisión Real, demasiado control sobre el dinero de las personas y las empresas.
One Nation (Una Nación) ha dicho que se opondrá al proyecto de ley, mientras algunos grupos empresariales consideran que atentan contra la libertad de la libre transacción.