El nuevo brote de coronavirus en Sídney ha dado paso a una revisión de las medidas de cuarentena para las tripulaciones aéreas internacionales, tras conocerse que 13 miembros de una aerolínea que llegó de Sudamérica en un vuelo de repatriación de ciudadanos y residentes australianos.
Según datos oficiales, unos 4.808 miembros de tripulaciones formaban parte de las 13.089 llegadas internacionales que se registraron en Australia en las últimas dos semanas de agosto de este año.
Las tripulaciones de vuelo estaban exentas en Australia de la cuarentena obligatoria y pueden, en cambio, aislarse en su casa u otro alojamiento según las directrices actuales del Comité Principal de Protección de la Salud de Australia (AHPPC).
Puntos destacados:
- De las 13.089 llegadas internacionales registradas en las dos últimas semanas de agosto de 2020, el 36,7 por ciento era de miembros de tripulaciones aéreas.
- NSW y Victoria limitarán la cuarentena de la tripulación aérea a unos cuantos hoteles.
- El problema de las tripulaciones aéreas fue discutido por los gobiernos federales, estatales y territoriales en la última reunión del año del gabinete nacional.
El Director Médico en funciones de Australia, Paul Kelly, dijo que el AHPPC seguirá buscando formas de mejorar el sistema.
"Se planteó en el Gabinete Nacional la semana pasada y hay un trabajo específico para ver cómo podemos proteger al público en general, incluyendo a aquellos que están cerca de la tripulación aérea internacional en el futuro", dijo el miércoles.
"Es un tema emergente. Es una de las formas en que necesitamos reforzar nuestros controles".
Cambios en NSW y Victoria
Hasta la semana pasada, las autoridades de Nueva Gales del Sur, que recibe la mayor parte de los viajeros que llegan desde el exterior, permitía a las tripulaciones aéreas a cumplir sus cuarentenas en casa o en un alojamiento designado por su empleador por un período de 14 días o hasta su próximo vuelo hacia el exterior.
Bajo las nuevas reglas, los miembros de las tripulaciones deben dar los detalles de contacto y alojamiento a NSW Health antes de salir del aeropuerto, y proporcionar una declaración escrita de que no tienen síntomas y no han tenido contacto con un caso de COVID-19.
Las tripulaciones pueden tomar taxis o Ubers desde el aeropuerto siempre y cuando se "sienten en el asiento trasero", usen una mascarilla y no se detengan en ningún lugar del camino.
Según datos del gobierno de NSW, unos 2.000 tripulantes internacionales aterrizaban en Sydney cada semana. La mayoría de ellos tenían un tiempo de espera de hasta 72 horas antes de volver a volar.
Pero el viernes, la premier de Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés), Gladys Berejiklian, anunció cambios significativos en la cuarentena de la tripulación aérea, que entrarán en vigor el martes 22 de diciembre.
Victoria rápidamente siguió el ejemplo, anunciando que la cuarentena de la tripulación se limitaría a unos pocos hoteles en Melbourne.
Pero no queda claro si el nuevo requisito de aislamiento en un hotel gestionado por la policía se aplicará a los miembros de la tripulación de Qantas que viven en Australia, a los que se les ha permitido autoaislarse en su casa después de los vuelos internacionales en virtud de una exención.
A picture of the plane showing passengers and the crew members in hazmat suits. (Representational image) Source: Supplied
Hoteles gestionados por la Policía
En virtud de las medidas anunciadas por el gobierno de NSW, las tripulaciones extranjeras que lleguen a Sídney en vuelos internacionales se verán obligadas ahora a alojarse en sólo dos hoteles designados cerca del aeropuerto, en lugar de los 25 que se utilizan actualmente, y serán vigilados por las autoridades sanitarias y la policía.
Las tripulaciones extranjeras que lleguen a Sídney en vuelos internacionales se verán obligadas ahora a alojarse en sólo dos hoteles designados cerca del aeropuerto, en lugar de los 25 que se utilizan actualmente, y serán vigilados por las autoridades sanitarias y la policía.
"Eso significará que habrá un mejor cumplimiento", dijo Berejiklian.
En esa conferencia de prensa de Berejiklian con el ministro de Salud, Brad Hazzard, y la jefe de Salud, Dr. Kerry Chant, se alegó que una tripulación internacional, que después de conoció que llegó de Sudamérica el 5 de diciembre pasado había estado visitando varios lugares del barrio de Mascot en las últimas semanas, en violación directa de su requisito de cuarentena.
La policía de Nueva Gales del Sur les impuso multas de $1.000.
Por otro lado las autoridades de NSW confirmaron esta semana que el conductor que trabajaba para la tripulación de vuelo no era residente de las Playas del Norte y llevaba una mascarilla mientras los transportaba a su alojamiento. Tres miembros de su familia dieron más tarde resultados negativos y las pruebas de genoma no han vinculado su caso al grupo de las Playas del Norte.
Teri O'Toole, de la Asociación de Auxiliares de Vuelo de Australia (FAAA), dijo a la ABC que en la actualidad sólo un pequeño número de vuelos internacionales eran operados por compañías australianas.
Pero, dijo, si el Gobierno consideraba que era necesario hacer más, como obligar a todas las tripulaciones de vuelos internacionales a entrar en la cuarentena de los hoteles, el sindicato apoyaría eso.
La FAAA representa a las azafatas internacionales que trabajan para Qantas y Virgin, pero no representa a la tripulación que trabaja para las aerolíneas extranjeras.
"En realidad no puedo hablar de lo que hacen las tripulaciones internacionales cuando llegan a casa", dijo O'Toole.
Source: AAP Image/James Ross
El eslabón débil
Un experto del sector aéreo Brian Wilson dijo que el incumplimiento generalizado de las normas por parte de todas las aerolíneas desde el comienzo de la pandemia había puesto a las tripulaciones y a los pilotos en alerta máxima, al insistir en que la autorregulación era inadecuadas.
"Como en todas las partes de la aviación civil, la autorregulación no funciona. Ninguna aerolínea en el mundo va a levantar la mano y decir, nuestra tripulación salió a la ciudad", dijo en declaraciones al Sydney Morning Herald.
"La gente que trabaja en la industria está extremadamente preocupada, no sólo por su propia salud sino porque estos agujeros en la red amenazan fundamentalmente su sustento".
Por otro lado, el profesor Adrian Esterman, bioestadístico y epidemiólogo de la Universidad de Australia del Sur, dijo al diario The Guardian Australia que el tratamiento de las tripulaciones aéreas era un eslabón débil del sistema de cuarentena del país.
"Definitivamente es un eslabón débil y necesita ser apretado a nivel nacional, comentó el experto que ha formado parte del equipo de la Organización Mundial de la Salud.
"Las tripulaciones son un poco diferentes, en el sentido de que están volando constantemente dentro y fuera del país, pero sin embargo, mientras estén en Australia, deben estar en cuarentena segura hasta su próximo vuelo", apuntó.
También sugirió que se realizaran pruebas rápidas de antígenos a las tripulaciones antes de la salida y a la llegada, lo que podría dar lugar a "un régimen de cuarentena más relajado para las tripulaciones".
A su turno, Mike Toole, un epidemiólogo del Instituto Burnet, dijo la semana pasada a la cadena local ABC que no tenía sentido tratar a las tripulaciones aéreas como menos riesgosas que los pasajeros.
“Los miembros de la tripulación de las aerolíneas que vienen deben ser tratados de la misma manera que los pasajeros internacionales y se les exige que se alojen en hoteles de cuarentena de alto nivel (de seguridad)”, dice un epidemiólogo.
Asimismo, el profesor Toole dijo que el transporte de la tripulación de las aerolíneas en los autobuses estaba creando otro problema, especialmente si los pasajeros no llevaban mascarilla facial, dada la creciente evidencia de que el virus podría propagarse por el aire.
"Deberían estar sujetos a las mismas condiciones que los pasajeros que llegan, es decir que la Policía o ellas Fuerzas de la Defensa Australiana supervisen realmente el transporte hacia un hotel, y luego la policía supervisa toda la experiencia en el hotel", dijo.
"No digo que deban estar en cuarentena durante 14 días, eso no es práctico. Pero cuando llegue el momento de tomar su próximo vuelo, creo que deberían ser transportados al aeropuerto tomando las mismas precauciones que los pasajeros que llegan son transportados actualmente desde el aeropuerto".
El profesor Toole cree que todos los estados deberían reevaluar los riesgos y adoptar una política común.
"Es una laguna potencial en el sistema, y no podemos permitirnos eso".
