Colombia conmemoró este domingo el primer año de la hazaña que unió a indígenas y militares para encontrar a cuatro niños que estuvieron perdidos por 40 días en la espesa selva, tras un accidente de avioneta en el que murió su madre.
"Estamos en un reencuentro no solamente de personas sino también de sentimientos, de energías y recordando que hoy celebramos el nuevo nacimiento de esos cuatro menores", declaró a la prensa el general de la fuerza aérea Pedro Sánchez, quien hace un año comandó la Operación Esperanza que dio con los niños.
En la Escuela de Caballería, en Bogotá, se ofició una misa para recordar la hazaña que impactó al mundo y que tuvo como protagonistas a Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin, que entonces tenían 13, 9, 5 y 1 año respectivamente.
El comandante de la Operación Esperanza destacó la fuerza de los cuatro niños. "Honor a ellos que fueron capaces de sobrevivir 40 días en las condiciones más inhóspitas que tiene nuestra región"
La mayor de los hermanos fue la heroína de esta historia al lograr mantener con vida a sus hermanos luego del accidente aéreo que cobró la vida de su mamá y otros dos adultos.
En esta foto, publicada por la Oficina de Prensa de las Fuerzas Armadas de Colombia, muestra a un soldado parado frente a los restos de un Cessna C206 que se estrelló en la selva de Solano, en el estado colombiano de Caquetá. El descubrimiento de huellas de un pie pequeño, el 30 de mayo, reavivó la esperanza de encontrar a los niños con vida después de que su avión se estrellara el 1 de mayo. Los soldados encontraron los restos y los cuerpos de tres adultos, incluido el piloto y la madre de los niños. Source: AAP / Oficina de Prensa de las Fuerzas Armadas de Colombia vía AP
Al evento asistieron dos indígenas que participaron en la búsqueda de los niños y la abuela de los menores, quien manifestó que continúan bajo cuidado estatal.
"Ellos necesitan calor de la familia", dijo a la AFP Fátima Valencia, abuela materna de los niños.
Sánchez, comandante de las operaciones especiales del Ejército, destacó cómo la unión de saberes culminó con el feliz hallazgo de los niños. El primer encuentro con los menores lo hizo el grupo de rescatistas indígenas.
"Esa unión de culturas indígenas con nuestra arte y ciencia militar fue fundamental, pero también el respeto. Para nuestros indígenas, era hacer rituales para conectarse con los espíritus, utilizar el yagué; para nosotros, guiarnos por los satélites, los GPS, los mapas militares", expresó.
Los rescatistas se guiaron por objetos que iban dejando tirados los menores en la selva. Los militares soltaron unos 100 kits con alimentos y objetos de supervivencia, pero los hermanos nunca los encontraron.
Esta extraordinaria historia ha inspirado libros, películas y documentales que ya se han estrenado en Colombia o que están cerca de su lanzamiento.