El Partido Nacional negó tener problemas con las mujeres después de las críticas provenientes de las filas del Partido Laborista por la filtración a la prensa de la identidad de la persona que acusó a Barnaby Joyce de acoso sexual.
El Partido Laborista cree que las mujeres se sentirán desalentadas de presentar cualquier queja sobre acoso sexual tras conocerse la identidad de la persona que denunció a Joyce.
Esta denuncia, que Joyce niega, fue lo que motivó que dimitiera a su cargo como líder del Partido Nacional y por ende como viceprimer ministro y miembro del Gabinete, tras semanas de presiones por su romance extramatrimonial con una exempleada embarazada.
Catherine Marriot, quien fuera galardonada como la Mujer Rural del Año en Australia Occidental, acusó a Joyce de acoso sexual, pero aclaró que nunca quiso que la denuncia presentada ante el Partido Nacional se hiciera pública.
La número dos del Partido Laborista, Tanya Plibersek, instó al Gobierno a garantizar que la filtración de la denuncia no fue realizada por el Partido Liberal.
“Es dar el peor mensaje posible a las mujeres que han sido víctimas de acoso sexual”, remarcó Plibersek en declaraciones a periodistas el martes. “Creo que en este caso, la mujer, es un daño colateral”, acotó.
La jefa de procesos disciplinarios del Partido Nacional, Michelle Landry, negó que su formación política gestionó mal la queja y aseguró que la filtración no salió de sus tiendas.
El Nacional Damien Drum expresó que no sabe cómo su Partido pudo haber abordado mejor la queja dado que “tan pronto se hizo pública se trató de investigar su validez”.
Al ser preguntado si el Nacional tiene problemas con las mujeres, éste respondió: “Espero que no”.
La ministra de Exteriores, Julie Bishop, lamentó que el nombre de la denunciante se hiciera público.
“Si la gente da un paso al frente con buena voluntad y presenta una queja pensando en que se respetará su condición anónima, esta persona debería ser respetada”, precisó.
