“Era mi día libre, tenía una entrevista de trabajo y el chef me dice '¿Te sientes bien? Te ves un poco pálido’, pero me sentía bien", cuenta Nunzio Pizzorusso.
"Después, fui a Coles (supermercado) a hacer algunas compras, y con solo dos bolsas no podía caminar, me sentía fatigado. Me fui a casa y me tomó media hora subir solo dos tramos de escaleras".
El joven de 26 años había llegado recientemente a Australia para recorrer el país y trabajar en restaurantes. Nunca se había sentido mal y tampoco se imaginó que podría tener un problema médico subyacente.
"Jamás tuve un problema de salud, no fumo, no bebo alcohol, estoy en buen estado físico, salgo a correr todas las mañanas", dijo Nunzio a SBS Italian.
Esa noche se sintió tan mal que decidió acudir a su hospital local donde fue sometido a varios exámenes médicos antes de que lo mandaron a su casa. Pero a las pocas horas estaba de vuelta en el hospital y bajo la observación de varios médicos que decidieron trasladado al Hospital Alfred en Melbourne.
Su corazón se había agrandado y su estado de salud comenzó a deteriorar rápidamente.
Fue lo último que podría haber imaginado, inicialmente pensé que podría ser un problema de estómago.
Nunzio tuvo que someterse a una cirugía cardíaca de emergencia.
"Luego tuvieron que hacerme otras seis cirugías porque con los corazones ventriculares algunas personas resuelven el problema y otras no, y lamentablemente en mi caso (las cirugías) no me ayudaron".
Al principio, Nunzio no quería preocupar a sus padres, pero después de su primera cirugía, finalmente cedió y le avisó a su familia en Italia. Su madre se subió al primer vuelo disponible.
Trasplante de corazón; la única opción
En pocos meses, la salud de Nunzio se deterioró tanto que un trasplante de corazón era su única posibilidad de supervivencia, y tenía que ocurrir de inmediato.
Estaba destrozado: "Pasé de ser un joven de 26 años sin preocupaciones, a una persona que no sabía por cuanto tiempo iba a estar vivo, porque no es fácil encontrar un corazón en una semana".
Pero Nunzio tuvo suerte y encontraron un donante compatible, pero para entonces estaba tan débil que no se enteró de la buena noticia.“Al principio no lo sabía, me estaban manteniendo casi en coma inducido con drogas, había bajado a 42 kilos, después de pesar 80, era un esqueleto”.
Nunzio está agradecido con la persona que le salvó la vida y con su familia. Source: Getty Images/simon2579
"Me desperté brevemente cuando me llevaban al quirófano. Recuerdo que la enfermera me dijo: '¿Estás lista para una nueva vida? ¡Buena suerte!"
Nunzio se despertó cuatro días después, con su madre a su lado, y con un nuevo y saludable corazón en su pecho.
Dos semanas después fue dado de alta del hospital, un tiempo de recuperación récord según todos los médicos, y a los seis meses volvió al trabajo.
Siete años más tarde y con 33 años, Nunzio sigue viviendo en Australia, un país que ama y al que decidió regresar luego de una breve visita a Italia para compartir tiempo con su familia después del calvario que vivió.
"Ahora voy al gimnasio todos los días, he vuelto a mi antiguo trabajo a tiempo completo, soy chef en un restaurante de Melbourne".
Si bien su recuperación física ha sido notable, psicológicamente ha observado un cambio sutil.
"Yo era una persona muy agresiva en la cocina, ahora soy mucho más tranquilo, trato de mantener un diálogo abierto con la gente, y antes no era así".
Con este gesto puedes salvar cuatro o cinco vidas.
Sobretodo, Nunzio está agradecido con la persona que le salvó la vida y con la familia de la mujer.
"Solo sabía que era una mujer joven, y después de dos años recibí una carta de sus familiares que me la describían. Me enteré que ha salvado cinco vidas (al donar sus órganos)".
En Australia, el anonimato de los donantes está protegido y se permite el contacto limitado entre las familias de los donantes y los receptores, pero solo de forma anónima.
Sin embargo, Nunzio desea poder conocerlos algún día.
"Ojalá hubiera podido conocerlos para agradecerles personalmente.
“Lo que me pasó fue uno de los peores escenarios para un hombre joven. El corazón es el órgano fundamental de nuestro cuerpo, pero gracias a Dios alguien me ha hecho feliz dándome una segunda oportunidad de vivir”.
Nunzio señala que en Italia muchas personas se muestran escépticas respecto a la donación de órganos, pero insiste en que este es el regalo de vida más maravilloso que una persona puede hacer.
"Al donar nuestros órganos podemos salvar otras vidas, ¿por qué no darles a otras personas la alegría de tener una segunda oportunidad?", señala Nunzio.
¿Quién puede convertirse en donante de órganos en Australia?
Cualquier persona en Australia de 16 años o más puede registrarse para ser un donante de órganos. Para más información visita:
Según Donatelife, "unos 13 millones de australianos mayores de 16 años podrían registrarse como donantes de órganos y tejidos, pero no lo han hecho".
La organización señala que, en 2020, hubo una disminución del 16 por ciento en el número de donantes y una baja del 12 por ciento en el número de personas que recibieron un trasplante en comparación con 2019.
En el mismo año, se salvaron 1.270 vidas australianas mediante trasplantes de órganos gracias a la generosidad de 463 donantes de órganos fallecidos y sus familias.
La mayoría de las personas no se registran porque no son conscientes de la necesidad de hacerlo.
El director médico estatal de DonateLife Victoria, el Dr. Rohit D’Costa, dijo que cuando una persona se registra para donar sus órganos, su familia tiene una decisión menos que tomar durante un periodo sumamente difícil en sus vidas.
"La mayor barrera para las familias que dicen "sí" a la donación, es no estar seguros de que su familiar estaba dispuesto a ser donante", dijo el Dr. D’Costa.
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