La extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a los Estados Unidos desde el Reino Unido ha quedado en suspenso después de que el Tribunal Superior de Londres declarara que Estados Unidos debe garantizar que no se enfrentará a la pena de muerte.
Dos jueces del Tribunal Superior han dicho que concederían a Assange una nueva apelación a menos que las autoridades estadounidenses dieran más garantías en un plazo de tres semanas sobre lo que le ocurriría.
La sentencia significa que la saga legal, que se ha prolongado durante más de una década, continuará, y Assange permanecerá en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, donde ha pasado los últimos cinco años.
Los fiscales estadounidenses buscan llevar al australiano de 52 años a juicio por 18 cargos, excepto uno en virtud de la Ley de Espionaje, por la destacada publicación por parte de WikiLeaks de registros militares y cables diplomáticos estadounidenses confidenciales.
En febrero los abogados de Assange solicitaron permiso para impugnar la aprobación de su extradición por parte del Reino Unido, como parte de una batalla legal de más de 13 años en los tribunales ingleses.
En su decisión del martes, dos jueces superiores han dicho que tenía posibilidades reales de apelar con éxito contra la extradición por varios motivos.
En su sentencia escrita el tribunal afirmó que, si bien Assange no tendría derecho a invocar el derecho a la libertad de expresión consagrado en la Primera Enmienda por no ser ciudadano estadounidense y que, si bien ninguno de los cargos existentes conllevaba la pena de muerte, más adelante podría ser acusado de un delito punible con la pena capital, como la traición a la patria, lo que significa que sería ilegal extraditarlo.
Según la sentencia, su caso era al menos discutible, citando "los llamamientos a la imposición de la pena de muerte por parte de destacados políticos y otras figuras públicas".
Si las garantías de Estados Unidos no se recibieran para el 16 de abril, entonces se concedería permiso a Assange para apelar, según dictamina el fallo.
Se ha programado una nueva audiencia para el 20 de mayo, lo que significa que su extradición, que según su equipo de campaña podría haber sido inminente según la sentencia, ha quedado en suspenso.
Las autoridades estadounidenses prometieron que Assange no recibiría la pena capital, pero los jueces dijeron el martes que "ninguna de las garantías existentes impide explícitamente la imposición de la pena de muerte".
Contenido relacionado:
Assange tuvo dos hijos con su abogada durante reclusión en embajada de Ecuador
"La decisión de hoy es asombrosa", expresó ante el tribunal la esposa de Assange, Stella Assange.
"La administración (del presidente estadounidense Joe) Biden no debe dar garantías, sino que debe retirar este vergonzoso caso que nunca debería haberse presentado", agregó.
Si bien el equipo legal de Assange tuvo éxito por algunos motivos, el tribunal rechazó su solicitud de apelación porque el caso tenía motivaciones políticas o porque no recibiría un juicio justo.