Problemas de salud física y mental, confinamientos, sobrecarga de trabajo e interminables horas dedicadas a los compromisos laborales, han obligado a muchas personas a revaluar sus prioridades después de la pandemia y muchas de ellas han decidido renunciar a su trabajo.
El fenómeno conocido como “The Great Resignation” (La Gran Renuncia) se expande cada vez más en todo el mundo luego de que en Estados Unidos cuatro millones de empleados abandonaran su trabajo en abril, marcando un récord histórico.
La compañía Microsoft presentó una investigación que anticipaba que más del 40 por ciento de la fuerza laboral mundial estaría considerando dejar a sus empleadores este año. Australia, de acuerdo con los expertos, no parece ajena a tal tendencia.
Puntos destacados:
- Largas jornadas laborales, combinadas con las responsabilidades en casa, está haciendo que la gente renuncie a sus empleos.
- La tendencia mundial de renuncia voluntaria al trabajo involucra desde trabajadores de primera línea hasta altos ejecutivos.
- La pandemia le ha dado a las personas la oportunidad de reflexionar sobre lo que es importante para ellos.
La semana pasada se dio a conocer que en Estados Unidos cerca de 4,3 millones de trabajadores renunciaron a sus empleos en agosto, se trata de la tasa de renuncia más alta en lo que va del año e involucra desde trabajadores de primera línea hasta altos ejecutivos que voluntariamente están renunciando a su empleo.
En los últimos seis meses el número de personas que han abandonado sus puestos de trabajo en Estados Unidos acumula ya 15 millones.
Este éxodo masivo ha llevado a plantear a los expertos una posible crisis laboral mundial en los próximos meses y Australia no está fuera de este círculo.
El científico conductual Aaron McEwan, de la firma global de investigación y asesoría Gartner, declaró a la cadena ABC que "el movimiento del talento es tan significativo y tan agudo que probablemente sea diferente a cualquier cosa que hayamos visto en los últimos tiempos".De acuerdo con varios reportes de prensa, las principales razones por las que muchas personas están decidiendo renunciar a su empleo tienen que ver con condiciones laborales a las que estuvieron sujetas durante los meses más críticos de la pandemia.
Tired businessman with hands on face sitting at desk by laptop Source: AAP Image/Moodboard/Ryan Stuart
A muchas personas las horas extras que provocó el trabajar desde casa simplemente las dejó exhaustas. A otros más les preocupa que el regresar a sus lugares de trabajo ponga en riesgo su salud.
La cadena de noticias BBC reportó el caso de una profesora de historia, quien renunció a su trabajo en una escuela privada de California debido a que no quería seguir enfrentando las actuales condiciones laborales.
Melissa Villareal dijo a la BBC que decidió dejar su empleo luego de enfrentar una sobrecarga de trabajo con las clases presenciales, más las actividades en línea. Esto, sumado al riesgo que presentaba continuar asistiendo a la escuela a pesar del aumento en el número de contagios.
“Uno se siente culpable como maestra. No quieres dejar a los estudiantes”, dijo la profesora a la BBC, pero también añadió que le había quedado claro que la salud de los empleados y los estudiantes no era prioridad para la escuela.
No se preocupaban por mi salud, la salud de los niños o el bienestar mental de nadie. Es un negocio y se trata de dinero. La pandemia me sacó el velo de los ojos.
De acuerdo con la cadena australiana ABC, el científico conductual Aaron McEwan declaró que las pandemias remodelan a la sociedad en sus niveles más fundamentales y la más reciente está cambiando el equilibrio de poder entre los empleadores y los empleados.
"[La pandemia] ha reescrito el contrato psicológico entre empleadores y empleados", señaló.
De acuerdo con el experto, ese contrato histórico basado en empresas que brindan al trabajador un buen salario, una buena oficina y beneficios está cambiando.
"Hoy, los empleados no quieren ser vistos como trabajadores. Quieren ser vistos como seres humanos complejos con vidas ricas y plenas", puntualizó McEwan.
"No solo están interesados en la experiencia que pueden tener en el trabajo, están interesados en lo que hace un empleador para enriquecer su experiencia de vida".
El dinero no lo es todo
Para muchas de las personas que se están planteando la renuncia laboral las prioridades en su vida cambiaron después de la pandemia.
Este cambio tiene también que ver con la flexibilidad que ofrece un trabajo y con la satisfacción que puede proporcionar dicho empleo.
Regresar al trabajo de manera presencial está orillando a muchas personas a considerar la renuncia debido al temor a un contagio o a la rigidez de un horario.
Aunque para muchas personas el trabajar desde casa se convirtió en una pesadilla, otras más descubrieron esta oportunidad como un estilo de vida y ahora buscan un empleador que les de esas facilidades.
El sitio news.com reportó que el científico Aaron McEwan declaró que “La Gran Renuncia” es una tendencia que debería poner en alerta a los empleadores australianos ya que algunas investigaciones muestran que hasta tres de cada cinco australianos podrían estar buscando cambiar de trabajo en los próximos meses.
“Es todo un fenómeno y tiene a muchos líderes y jefes de recursos humanos muy preocupados por lo que eso significa. Pero creo que las empresas inteligentes están buscando una gran oportunidad y, si usted trata mal a sus empleados, probablemente entonces sí tenga de qué preocuparse".
McEwan dijo que la pandemia le había dado a las personas la oportunidad de reflexionar sobre lo que es importante para ellos, ya que su mundo se redujo en gran medida a su familia inmediata, su área local y su hogar.
Algunas personas también consideran que el cambio a trabajar desde casa es “como dormir en la oficina” y descubrieron que no había forma de escapar.
Lo que notamos sobre el trabajo es que se puso muy difícil, por lo que la gente está bastante agotada y mucho de eso se debe a que no necesariamente rediseñamos nuestro trabajo para adaptarlo al entorno virtual o híbrido.
“Nos encontramos todavía tratando de trabajar como si estuviéramos en oficinas, pero mientras lo hacíamos en los hogares, por lo que la productividad y el rendimiento aumentaron, pero el impacto a largo plazo es que la gente está exhausta y el trabajo es ineludible”, agregó McEwan.