Vincent Lee se encuentra en confinamiento voluntario durante 14 días en Camberra. Su aislamiento comenzó la semana pasada cuando este estudiante internacional de 20 años de China regresó de Tailandia. Pasó 14 días en confinamiento voluntario después de visitar su país de origen y ahora está pasando por otro.
La Universidad Nacional Australiana (ANU) le ha facilitado a a Lee, quien cursa el segundo año de lingüística, un pequeño estudio para que pueda vivir lejos de su compañero de habitación.
"Arreglaron todo muy rápido [y] me han estado dando comida", le dijo a SBS News por Skype.
Pero le preocupa su salud mental y el poder superar aburrimiento.
"Tengo leves problemas de ansiedad que surgen con bastante frecuencia, así que normalmente buscaré ayuda de los consejeros. Prefiero una conversación en persona, pero no es práctico en esta situación, así que tendrá que ser en un video chat" , el contó este estudiante chino a SBS News.
"Creo que la información que me han proporcionado ha sido bastante holística y me la han dado a tiempo", agregó.
Sin embargo, Lee es consciente de que su habilidad para hablar bien el inglés le ha ayudado.
"Tengo la suerte de que el inglés es mi primera lengua y estoy bien expresando mis emociones en inglés. Hay líneas de apoyo y consejeros con los que hablo en inglés. Pero ese no es el caso de todos los estudiantes internacionales como los estudiantes chinos [que] son el grupo más afectado", explicó Lee.
La educación que se brinda a los estudiantes internacionales, principalmente provenientes de China e India pero también de países latinoamericanos como Brasil y Colombia, representa un mercado de 5.000 millones de dólares. En 2018 se matricularon 869,709 estudiantes internacionales en diverso programas educativos en Australia, lo que supuso un incremento de 8,8 por ciento respecto a 2017.
"Sería realmente genial si las universidades fueran capaces de ofrecer servicios de consejería en divesas lenguas ya que permitiría a algunos estudiantes que podrían ser incapaces de expresarse muy bien en inglés sus emociones", indicó.
Todo es muy vago
Jessica (nombre cambiado para mantener su anonimato) es una estudiante internacional de Singapur, quien actualmente vive en el alojamiento del campus de la UNSW. Como muchos estudiantes internacionales, no tendría a dónde ir si necesitara aislarse.
La joven dijo que se preocupó cuando alguien en el mismo edificio en el que habita contrajo el virus.
"Agluien de mi alojamiento [que vive en el mismo nivel que yo] contrajo el COVID, ella fue el cuarto caso en NSW. La gerencia de este alojamiento básicamente nos envió un correo electrónico para tranquilizarnos, y asegurándonos de que podemos continuar con nuestra vida cotidiana", dijo.
Jessica comentó que no se le ha dado ninguna recomendación con respecto al auto-aislamiento, además de los detalles sobre el distanciamiento social y qué hacer si presenta síntoma de infección de las vías respiratorias.
"Todo es muy vago por el momento", dijo.
La UNSW no respondió a las preguntas de SBS News, pero en su portal de internet asegura que "está adoptando las recomendaciones de NSW Health [y] ha mejorado sus estándares de limpieza por encima del nivel habitual con el fin de reducir el riesgo de infección".
"El consejo médico actual es que no hay un mayor riesgo de contraer COVID-19 por estar en el campus".
Por ahora, Jessica intenta no sentirse abrumada.
"Al principio estaba [preocupada] pero ahora creo que estoy menos preocupada por eso. Creo que en momentos como éste quiero estar en casa con mi familia, pero por ahora siento que todavía lo estoy llevando bastante bien... podría ser una historia totalmente diferente dentro de unas semanas", expresó.
Quiero ir a casa
Para la estudiante vietnamita Loan, nombre que ha sido alterado, la opción ideal sería regresar a casa. Sin embargo la Universidad de Sídney, en donde estudia, le ha sugerido quedarse debido a las múltiples restricciones de viaje. Ella se siente ansiosa y deprimida.
"Este es el primer año en que empecé a vivir de forma independiente, lo que hace aún más difícil para mí hacer frente. Necesito asegurarme de que tengo suficiente comida y medicinas para la peor situación porque mi familia no está conmigo", comentó.
Loan se alegra de que las clases se impartan en línea como una medida para detener la propagación del virus, aunque considera que la universidad debería reevaluar el coste de las elevadas tasas de matrícula.
"Una cosa que necesitan mejorar es la matrícula, pagamos mucho dinero por un semestre. Ahora sólo estudiamos en línea, lo cual es injusto".
Quejas sobre las tarifas
Iris (no es su nombre real) es de Italia y ha iniciado una campaña para solicitar a la Universidad de Sydney que conceda a los estudiantes internacionales un reembolso de sus gastos de matrícula. Esta estudiante cree que la universidad ha manejado bien la gestión de la crisis, pero está enfadada porque los estudiantes internacionales como ella no recibirán ningún tipo de reembolso.
"A los estudiantes varados en China se les han ofrecido descuentos para estudiar en línea. Ya que todos estamos estudiante en línea ahora, ¿no deberíamos obtener un descuento similar?", dijo.
"Muchos estudiantes se quedarán sin hogar y sin trabajo este semestre, sobreviviendo gracias al sofá (que se les ofrezca) y al dinero extra que les mandan sus padres para no pasar hambre, y la universidad no hace nada", se quejó Iris.
Para ella las universidades “no merecen tanta inversión de nuestra parte. Son casi 50.000 dólares al año".
La petición ya cuenta con más de 500 firmas.
En un comunicado enviado a SBS News, un portavoz de la Universidad de Sydney dijo: "No estamos planeando actualmente bajar nuestros honorarios. Estamos decididos a mantener nuestro enfoque en una experiencia de calidad para todos nuestros estudiantes y estamos trabajando fuertemente para asegurarnos de que podamos seguir llevando a cabo con seguridad una enseñanza e investigación de calidad durante estos tiempos complejos".
En su portal de internet, la universidad recalca que "no alentamos a los estudiantes a viajar al extranjero y continuar sus estudios a distancia desde su país de origen (o de un tercer país)", ya que regresar para el segundo semestre podría resultar "muy difícil [y] no podemos garantizar que esté cubierto por un seguro".
La UNSW indica por su parte en su sitio web que "está monitoreando de cerca el brote... y está apoyando a cualquier estudiante y personal afectado en base a la información del Departamento de Salud federal y ¡de NSW Health".
También asegura que está "siguiendo los consejos del DFAT a través de Smart Traveller y de acuerdo con los consejos de International SOS [y] continuará actualizando a los estudiantes y al personal a medida que se disponga de nueva información".