El primer ministro australiano, Scott Morrison, tiene previsto reunirse el viernes con el Gabinete Nacional, un mes antes de lo previsto, para abordar los problemas surgidos por la aparición de dos nuevas cepas de COVID-19, que podrían hacer tambalear los planes para repatriar a más de 30,000 residentes y ciudadanos varados en el extranjeros.
Australia ya tiene en sus centros de cuarentena a varios viajeros infectados con la nueva variante de COVID-19 detectada en Reino Unido y en Sudáfrica, en medio de los temores de que el virus traspase estos hoteles designados para estos fines y provoquen contagios dentro del país, que recién comenzará a vacunar a su población a principios de marzo.
Los últimos tres casos se detectaron en Australia Occidental en tres viajeros que retornaron de Londres a finales de diciembre, por lo que el premier de este estado, Mark McGowan, pidió al gobierno federal a imponer pruebas obligatorias para detectar la COVID-19 para las personas que viajen desde Reino Unido y Estados Unidos.
Puntos destacados:
- Varios países han cerrado sus fronteras a Reino Unido por temor a contagios con la nueva variante de la COVID-19 dado que muestra que se contagia con una mayor rapidez.
- Las autoridades australianas, que luchan contra infecciones locales en Sídney y Melbourne, abordarán la posibilidad de tomar medidas para evitar la entrada de casos con las nuevas cepas de COVID-19.
- En la reunión del Gabinete se discutirá una propuesta para fortalecer aún más los protocolos de seguridad de COVID-19 para los viajes internacionales, en particular en lo que respecta a la variante del Reino Unido.
La jefa de Salud del estado de Nueva Gales del Sur, Kerry Chant, ha abogado por un “enfoque universal” ante estas nuevas cepas y advirtió que no hay atajos porque estas variantes podrían “potencialmente estar en todas partes”.
“La mayor amenaza a Australia en la actualidad es que las cepas mutantes, como las aparecidas en Reino Unido y Sudáfrica, entren al país mediante una brecha en las cuarentenas de los hoteles o las fronteras y comience una epidemia que sea mucho más difícil de controlar”, comentó la expidemióloga Raina McIntire, a la cadena local ABC.
Por ello, el primer ministro ha convocado a una reunión del Gabinete Nacional este viernes, un mes antes de lo previsto, para discutir el fortalecimiento del manejo de los pasajeros que entran a Australia dada la aparición de más cepas transmisibles de coronavirus en el extranjero.
En la reunión, Morrison y los líderes de los estados y territorios, discutirán una propuesta del panel de expertos médicos nacionales, el AHPPC, para fortalecer la seguridad en "los procesos de viajes internacionales " con el fin de evitar contagios de COVID-19 desde que llegan a un aeropuerto internacional hasta su salida.
La convocatoria se da después de que Morrison minimizara la reunión del Gabinete por la cepa de la variante de la COVID-19 detectada en Reino Unido.
El mandatario dijo el martes a la emisora 3AW que el panel médico "no recomendaba ninguna acción en este momento que el gabinete nacional tendría que hacer".
Morrison dijo que la reunión se había convocado a raíz de una solicitud del Oficial Médico Jefe, Paul Kelly, y del grupo de expertos médicos nacionales, el Comité Principal de Protección de la Salud de Australia.
Si bien Australia ha hecho bien en limitar la transmisión comunitaria de COVID-19, las fallas del sistema para los australianos que regresan del extranjero han hecho que los estados, incluidos Nueva Gales del Sur y Victoria, vuelvan a quedar bloqueados.
La reunión del Gabinete Nacional se da en plena lucha de las autoridades australianas para contener la propagación de la COVID-19 en las ciudades de Sídney y Melbourne, las más pobladas del país, en momentos en que se celebra un evento multitudinario de cricket con la asistencia de más de diez mil personas.
Además se han registrado casos de COVID-19 en un partido de cricket en Melbourne y en el centro comercial Chadstone, en Melbourne, mientras en el oeste de Sídney siguen creciendo las cifras de contagios locales.
Unas 8.000 personas acudieron al partido de cricket el 27 de diciembre, y otras tantas al Centro Comercial de Chadstone en el día de San Esteban (Boxing day).
NSW refuerza medidas en torno a los viajeros internacionales
Las autoridades sanitarias de Nueva Gales del Sur han intensificado sus medidas para prevenir contagios en las fronteras internacionales con la imposición de pruebas para detectar el coronavirus al personal de los hoteles de cuarentena administrados por la policía, incluyendo a los conductores.
Los conductores han estado recibiendo semanalmente muestras de garganta y nariz para el virus, pero a partir del 21 de enero, todas las personas que transporten pasajeros que regresen del extranjero tendrán una prueba diaria de saliva.
La prueba consiste en tomar una pequeña cantidad de saliva para detectar fragmentos del virus y tiene una precisión de alrededor del 85% para detectar el COVID-19.
Esta medida se da después de que el mes pasado un conductor infectado pusiera involuntariamente a miles de habitantes de la zona metropolitana de Sídney en riesgo de contraer el COVID-19.
El personal de seguridad de los hoteles de cuarentena de Nueva Gales del Sur se ha sometido a pruebas de saliva todos los días que se presentan a trabajar desde mediados de diciembre.
"El despliegue progresivo (de estas pruebas) a otro tipo de personal en los hoteles de cuarentena gestionados por la policía se producirá a lo largo de los meses de enero y febrero de 2021", dijo NSW Health en un comunicado.
"También implementaremos pruebas diarias de saliva y semanales de orofaringe [hisopos] de todo el personal en los alojamientos especiales de salud (que alojan a casos positivos), incluyendo el personal de transporte de pacientes de NSW a partir del 21 de enero de 2021".
Programa de inmunización contra la COVID-19
En la reunión del viernes también se informará a los líderes sobre el programa de vacunación del gobierno federal "en el que se están haciendo progresos considerables", precisó el mandatario.
La presión sobre las autoridades australianas para que den inicio a la campaña de vacunación contra el coronavirus va en aumento, pero el primer ministro, Scott Morrison, subrayó el martes que no se van a correr "riesgos inútiles".
Varios países del mundo ya han comenzado su campaña, pero el órgano regulador australiano dará su visto bueno sobre las vacunas en un mes y las primeras dosis serán administradas a principios de marzo.
Morrison, que cuando irrumpió la pandemia afirmó que Australia sería un "líder" en materia de vacunación, dio a entender este martes que los países más golpeados por el virus, como el Reino Unido, se vieron obligados a conceder las autorizaciones de manera urgente.
"Australia no está en una situación de emergencia como el Reino Unido. No vamos a escatimar medios y no vamos a correr riesgos inútiles", dijo el dirigente conservador a la radio 3AW.
En líneas generales, Australia logró contener la pandemia, pero recientemente hubo varios focos en las dos mayores ciudades del país: Sídney y Melbourne. Desde el inicio de la pandemia, Australia, con una población de 25 millones de personas, registró unos 30.000 contagios y menos de 1.000 decesos por coronavirus.
Según Morrison, el Reino Unido, que registra en estos días unas 60.000 nuevas infecciones por día, esta "en las primeras fases" del despliegue de la vacuna y ha experimentado "algunos problemas porque actúan apremiados por la urgencia".
Australia ha previsto comprar unos 54 millones de dosis de la vacuna desarrollada por el grupo británico AstraZeneca con la universidad de Oxford y unos 3,8 millones de estas dosis comenzarán a llegar en estos días al país.
También firmó acuerdos para adquirir este año 51 millones de dosis de la vacuna desarrollada por el estadounidense Novavax y otros 10 millones de la fabricada por los laboratorios Pfizer/BioNTech.
El estado de Victoria reportó un nuevo caso de COVID-19 adquirido localmente el miércoles, pero las autoridades están en guardia porque no se ha detectado cómo se infectó este hombre de unos 30 años que asistió al partido de cricket en 27 de diciembre.
Por su lado, las autoridades de Nueva Gales del Sur informó el miércoles de cuatro casos adquiridos localmente, con dos vinculados al grupo de Berala en el oeste de Sídney, uno al grupo de Avalon en las playas del norte, y uno bajo investigación.
Un hombre que dio positivo, cuya prueba de Covid fue reportada el martes, había viajado al oeste de Nueva Gales del Sur, lo que provocó el despliegue de sitios de prueba en Orange, Broken Hill y Nyngan.