Chile retirará del sur del país al grupo especial de la Policía que dio muerte en noviembre al joven mapuche Camilo Catrillanca, anunció este sábado el presidente Sebastián Piñera, un incidente que ha puesto en jaque a las autoridades.
La muerte del joven mapuche a mediados de noviembre puso una vez más en tela de juicio la actuación de la Policía en la región de la Araucanía (sur), donde se concentran la mayor parte de las comunidades indígenas, y el caso despertó una ola de manifestaciones y ataques violentos principalmente en esa zona del país.
"Vamos a retirar al GOPE (Grupo de Operaciones Policiales Especiales), pero vamos a reforzar las fuerzas especiales en la Araucanía, fuerzas que están en todas las regiones del país y que son especialmente necesarias en la Araucanía", dijo Piñera al finalizar un consejo de ministros que evaluó la gestión de gobierno -desde su llegada al poder en marzo- y planificó el 2019.
En la práctica, esta decisión lleva a la desintegración del grupo denominado popularmente "Comando jungla", uniformados entrenados en Colombia para combatir actos terroristas en el sur pese a que la justicia no ha logrado determinar la existencia de este tipo de agrupaciones en la zona.
En la misma línea que Piñera, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, puntualizó que unos 40 funcionarios que se desempeñaban en el GOPE de la Araucanía pasarán a sus unidades de origen.
File image of Mapuche protestors in Santiago on Oct 10, 2016. The protestors demanded the recovery of ancestral lands and the release of Mapuche prisoners. Source: AAP Image/NEWZULU/Eduardo Sanchez
El caso Catrillanca aumentó la tensión entre las autoridades y las comunidades de indígenas mapuches que reivindican su derecho ancestral sobre tierras, en la actualidad a manos de privados, en su mayoría empresas forestales.
Catrillanca, de 24 años, murió sobre un tractor a causa de un disparo en la nuca del arma de uno de los policías que participaba en un operativo en la zona. La justicia investiga el asesinato y una supuesta obstrucción a la justicia de los cuatro carabineros que cumplen prisión preventiva.
En primera instancia, los policías aludieron a un supuesto intercambio de disparos y aseguraron que no había imágenes del incidente. Ambas versiones fueron desmanteladas por la Fiscalía.
El caso provocó la salida del director nacional de orden y seguridad de Carabineros, Christian Franzani. Asimismo, intensificó la ocurrencia de ataques incendiarios a maquinarias en el sur del país, reivindicados por grupos radicales.
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