Los agentes de aduanas de Australia y Nueva Zelanda pueden legalmente revisar el equipaje personal de los viajeros así como los contenidos de los teléfonos inteligentes, tabletas u ordenadores portátiles. No importa si uno es un ciudadano, un turista, o si se cruza la frontera por aire, tierra o mar.
Unas nuevas leyes en Nueva Zelanda dan a los agentes aduaneros el derecho de pedir a los viajeros que entran a ese país la contraseña de sus aparatos digitales.
La profesora Katina Michael, experta informática de la Universidad Estatal de Arizona, da las siguientes recomendaciones en un reciente artículo publicado en la revista The Conversation, en el marco de una serie sobre cómo la tecnología está cambiando el turismo.
Las nuevas leyes que entraron en vigor en Nueva Zelanda el 1 de octubre permiten que los agentes de control de fronteras puedan realizar una búsqueda completa de los aparatos de almacenamiento de todos los aparatos electrónicos.
Aquel que se niegue puede afrontar un proceso legal y una multa de unos 5.000 dólares neozelandeses (4.562 dólares australianos). En Canadá, por ejemplo, la obstrucción de la labor de una agente de fronteras puede costar unos 50.000 dólares canadienses )54.675 dólares australianos) o cinco años de prisión.
Terminal 1 - Singapore Airport Source: Today OnLine
Estados Unidos pide el nombre del usuario en las redes sociales
Australia y Nueva Zelanda no publican datos de estos operativos, pero hay una creciente tendencia a revisar y confiscar estos aparatos en Estados Unidos. En 2015-16 fue de unos 23.000 anuales, mientras que solamente en el primer semestre de 2017 sumaron 15.000.
En muchos casos, las personas fueron amenazadas con ser detenidas si no entregaban sus contraseñas, mientras otras fueron acusadas. En algunos casos, las personas que no siguieron las órdenes, no tuvieron acceso a sus aparatos al ser confiscados por días o semanas.
Las búsquedas de los contenidos en los aparatos digitales incluyen las cuentas en las redes sociales.
En 2016, Estados Unidos introdujo una pregunta adicional en los formularios para solicitar los visados pidiendo la divulgación de sus nombres en las redes sociales.
Los agentes de control de fronteras pueden tener una razón legítima para buscar información en un pasajero, por ejemplo, si se sospecha que lleva consigo productos ilegales o agrícolas no permitidos. Pero el buscar dentro de un teléfono no es lo mismo que buscar en el equipaje. Los aparatos digitales tienen dentro los pensamientos e imágenes más íntimas, documentos sensibles de trabajo y mensajes privados.
Su revisión es equivalente a que la policía intercepte las comunicaciones privadas.
Pero en el caso de Australia, la Policía requiere una orden para realizarla. Esto supone que existen mecanismos vigentes para evitar el abuso y el crimen del que se sospecha debe ser proporcional a la acción adoptada por la agencia de reforzamiento del orden, recalca la académica.
The logo of the messaging application WhatsApp is pictured on a smartphone. Source: AAP Iamge/ EPA/RITCHIE B. TONGO
¿Qué hacer?
Si uno es interceptado en la frontera y se le pide entregar sus aparatos y contraseñas, asegúrese de conocer sus derechos en el país al que entra.
- Asegúrese de entender bien si lo que se le pide es opcional o no. El que una persona en uniforme le pida que haga algo no significa necesariamente que lo tenga que hacer, explicó Michael, al recomendar que en esa situación se debe pedir hablar con un abogado y evitar decir algo que incrimine.
- Manténgase en calma y no discuta con el agente migratorio o de control de fronteras.
- También debe prever antes cómo gestionar sus datos. Quizá le convenga cambiar a la confirmación de dos factores o two-factor authentication, que requiere una contraseña adicional. Una información sensible almacenada en una nube en un servidor europeo cuando se viaje y a la que solo tenga acceso si se necesita.
La Unión Europea toma más en serio la protección de los datos y como consecuencia de ello ha implementado las Regulaciones de Protección General de Datos.
Microsoft, Apple y Google indican que entregar contraseñas de sus aplicaciones o aparatos contraviene los acuerdos de servicios, gestión de la privacidad y prácticas de seguridad. Esto no quiere decir que sea sabio rehusarse a seguir las indicaciones de los agentes de seguridad, pero abre una gran pregunta sobre la posición en que los gobiernos ponen a los viajeros cuando les piden este tipo de información.
Facebook is set to notify hundreds of thousands of Australians who could have had their personal data improperly shared with Cambridge Analytica. Source: Pixabay
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