Mohab Gabr, de 28 años, llegó a Australia en septiembre de 2016, unos meses después de graduarse de la Universidad de Swinburne en Malasia, con un título en ingeniería de comunicaciones.
Se mudó a Australia para explorar oportunidades de empleo, luego de una búsqueda desesperada de trabajo en Arabia Saudita, donde nació y se crió, y donde aún reside su familia.
“Mi amigo y yo solíamos visitar empresas para repartir copias de nuestros CVs, pero a medida que pasaba el tiempo, nuestra esperanza comenzó a desaparecer”, dijo a SBS Arabic24.
Puntos destacados:
- Mohab Gabr, de 28 años, tuvo que hacer la prueba de inglés 29 veces para conseguir los puntos necesarios para su visado.
- Consiguió su visa 457 dos días antes de que el gobierno la eliminara.
- Tras cuatro años de lucha, consiguió su residencia permanente.
Uno de los amigos cercanos de Gabr, un ciudadano sirio, había logrado obtener una visa de trabajo temporal en Australia y lo alentó a hacerlo.
"Le dije que mis posibilidades eran escasas debido a mi estado de ciudadanía, soy palestino y todo lo que tengo es un documento de viaje egipcio para refugiados. La mayoría de los países niegan mi entrada incluso como estudiante", explicó.
Después de mucha consideración, Gabr solicitó una visa de posgrado reconocida que brinda a los graduados de ingeniería con calificaciones de universidades específicas la oportunidad de trabajar en Australia durante 18 meses.
Recibió su notificación de concesión de visa electrónica en junio de 2017, dos meses después de presentar su solicitud.
Primera parada, Melbourne
Después de un agotador vuelo de 24 horas con múltiples escalas, Gabr aterrizó en Melbourne en septiembre de 2016.
A pesar de tener una visa, se sintió nervioso al llegar.
“El personal del aeropuerto se sorprendió con mi documento de viaje porque fue emitido por Egipto y dice 'para palestinos'.
"Después de una breve pausa, me permitieron entrar al país".
Teniendo en cuenta la validez relativamente corta de su visa, comenzó su búsqueda de trabajo inmediatamente después de llegar.
Source: Mohab Gabr
"[Dijo] que sus posibilidades de encontrar un trabajo en ingeniería y específicamente en ingeniería de telecomunicaciones serán muy pocas, pero decidí comenzar a solicitar trabajos y ver cómo me va".
Después de enviar más de 85 solicitudes de empleo, finalmente recibió una respuesta.
“Un día recibí una llamada de una empresa muy temprano en la mañana. Normalmente mantenía mi teléfono en modo silencio, pero ese día no lo hice.
"Me hicieron algunas preguntas relacionadas con mis estudios y me dijeron que volverían a ponerse en contacto si calificaba para la siguiente etapa".
Unos días después, la empresa lo llamó para concertar una entrevista.
Source: Mohab Gabr
"Estaba muy emocionado. Fue una sensación maravillosa porque fue la primera entrevista de trabajo en mi vida. Tenía mi traje listo y mi corazón latía de alegría”.
Se acerca el vencimiento de la visa
Antes de poner un pie en Australia, Gabr estaba explorando avenidas para quedarse de forma permanente. Como resultado, comenzó a establecer metas sobre cómo iba a adquirir la cantidad de puntos necesarios para que un migrante solicite la residencia permanente.
El umbral para las visas de residencia permanente en Australia es de 65, aunque algunas pueden ser de 95 a 100.
El dominio del idioma inglés, medido en Australia mediante pruebas como el PTE y el Sistema de prueba del idioma inglés (IELTS), puede hacer que un solicitante obtenga hasta 20 puntos para sus solicitudes.
En octubre de 2016, Gabr tomó el examen IELTS por primera vez pero no alcanzó el puntaje general que esperaba para cumplir con el requisito de inglés para visas de residencia permanente.
A medida que pasaban los meses, comenzó a sentir la presión de obtener una puntuación de al menos ocho en cada banda de la prueba, incluida la lectura, la escritura, la comprensión auditiva y la expresión oral.
Después de varios intentos fallidos, decidió cambiar a la prueba PTE, que es similar a IELTS, ya que puede usarse para demostrar la capacidad de inglés de una persona.
“Intenté la prueba 29 veces”.
"No perdí la esperanza y seguí intentándolo y terminé logrando un marcador muy cercano al requerido".
La prueba de idioma inglés no fue el único obstáculo que enfrentó, ya que las visas de residencia permanente requieren tres años de experiencia laboral. Como recién graduado, solo tenía dos años en su haber.
También decidió rendir la prueba de traducción acreditada por NAATI para acumular cinco puntos más para su solicitud de visa, pero no tuvo éxito.
"No pasé la prueba de traducción, pero allí conocí a un egipcio que me habló de una visa de trabajo patrocinada que podía solicitar".
A fines de 2017, su período de visa de 18 meses estaba a punto de caducar y el empleador de Gabr no accedió a patrocinarlo más.
Sin embargo, uno de los gerentes lo refirió a otra empresa y lo respaldó con una recomendación.
Afortunadamente, consiguió un nuevo puesto en una empresa, que lo patrocinó para solicitar una visa 457 de trabajo temporal calificado.
Contra todo pronóstico, logró postularse el 6 de marzo de 2018, solo dos días antes de que el gobierno federal aboliera la vía.
"Estaba muy molesto y sentí que todas las puertas se cerraron de golpe en mi cara porque el gobierno estaba a punto de abolir la visa de trabajo 457 que estaba a punto de solicitar".
Después de volver a tomar la prueba de inglés, finalmente obtuvo las calificaciones que requería para su solicitud y logró obtener la residencia permanente en julio de 2020.
Actualmente trabaja como ingeniero de telecomunicaciones y como contratista para NBN Australia.
Con su nueva libertad, planea casarse pronto.
