Saxon Mullins acusó a Luke Lazarus de violarla en un callejón detrás de un club nocturno en Sïdney en el año 2013. El año pasado un Tribunal Distrital del estado de Nueva Gales del Sur absolvió a Lazarus porque el juez determinó que él creyó genuina y honestamente que Mullins consintió el sexo anual, incluso si la joven “según su parecer” no lo había hecho.
Mullins tenía entonces 18 y era virgen.
La joven anuló su derecho legal al anonimato y ofreció una entrevista al programa Four Corners para hablar de su tragedia con el fin de promover una reforma en las leyes de consentimiento sexual en el estado de Nueva Gales del Sur (NSW, siglas en inglés) y que la ciudadanía reflexione sobre la naturaleza del consentimiento.
El fiscal general de NSW, Mark Speakman, dijo al grupo Fairfax el lunes que Mullins ha dado inicio a una conversación importante y que él tiene “más que decir” sobre el asunto.
Bajo las actuales leyes, el acusado debe saber que la víctima no lo consiente el acto sexual, lo que incluye la imprudencia o tener “bases no razonables” para ceer que hubo consentimiento.
Las leyes varían en otros estados, siendo Tasmania en donde se tiene una legislación más dura.
Luke Lazarus es el hijo del propietario de un club nocturno en Sídney. El fue hallado culpable en 2015 de violar a Mullins, pero el fallo fue revertido dos años más tarde por otra instancia judicial de NSW. Lazarus aseguró anteriormente que su vida estuvo “completamente destruida” cuando salió a la luz la serie de acusaciones.
Durante el proceso, las dudas se posaron en el hecho de que si Mullins le pidió a Lazarus que se detuviera y en el hecho de que no adoptó los pasos necesarios para apartarse de él, lo que fue un elemento clave de la defensa.
Mullins dijo a la ABC que después de que Lazarus la llevara al callejón a las afueras del club de Kings Cross a través de una puerta trasera, ella le repitió que quería regresar e ir con su amiga.
Mullins relató que ella se quedó paralizada cuando Lazarus le dijo que se ponga contra la pared.
“Solo lo hice, en ese momento estaba como con un piloto automático. Quería irme y era como la forma más rápida de hacerlo. Pensé que podía irme y solo pensaba 'haz lo que te diga y después te podrás ir'”, relató la joven quien ahora tiene 23 años.
“Él tuvo sexo anal conmigo. Fue doloroso y quería que le gustara, sé que no tiene lógica, pero estaba bloqueada. Era como espera hasta que termine”, prosiguió al remarcar que pensó que al irse del callejón el dolor se iría.
“Pero no se fue durante semanas...sé que parte de mí se murió ese día”, acotó.
Al final del reportaje, Mullins dijo que se debe reflexionar que si no se da un “sí con entusiasmo”, de forma clara, entonces se trata de una negativa y que eso debería constituir un crimen de violación.
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