Australia, país que tiene diversas alianzas con Estados Unidos y sus aliados, está actualmente enzarzada en el contexto de tensiones geopolíticas en dos potenciales conflictos bélicos: el de Ucrania con Rusia, y el de Taiwán, por las reclamaciones de China que considera como su territorio a la excolonia británica.
“Estamos en un momento de suma fragilidad en el mundo. Creo que hay muchas amenazas a la paz y la estabilidad. La política entre las grandes potencias, principalmente de parte de Rusia y China, por un lado, y por el otro Estados Unidos y sus aliados, empieza a generar muchos focos de tensión y empieza a propiciar que haya amplia preocupación en todo el mundo”, según dijo a SBS Spanish el experto en política internacional, Miguel Hijar.
En caso de estallar las guerras en esos dos frentes, Estados Unidos necesitaría del apoyo de sus aliados como la OTAN en el este de Europa y de Australia en el Indopacífico. Australia ya ha manifestado que no enviará tropas a Ucrania y solamente dará apoyo en la lucha contra los ciberataques porque sus intereses están en su vecindario.
“Aunque Estados Unidos siga siendo la principal potencia militar del mundo y aunque Estados Unidos siga teniendo una importante ventaja por encima de China y Rusia en este aspecto, el tener que enfrentarse en este momento a dos focos de tensión no descarta una posible confrontación militar. Esta sería una empresa mayúscula, colosal, para los Estados Unidos. Entonces, el que existan estos dos frentes abiertos en este momento, donde las tensiones cada vez escalan más, es sumamente preocupante”, precisó Hijar.
Puntos destacados:
- Australia, país que cuenta con diversas alianzas con Estados Unidos y sus aliados, está actualmente enzarzada en el contexto de tensiones geopolíticas en dos potenciales conflictos bélicos: el de Ucrania, por los temores de una invasión por parte de Rusia, y el de Taiwán, por las reclamaciones de China que considera como su territorio a la excolonia británica.
- El Ejecutivo de Camberra, aliado histórico de Estados Unidos, tiene con esta potencias varios acuerdos de cooperación militar como el Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (QUAD) compuesto por Estados Unidos, India, Japón y Australia, y el AUKUS, conformado por Estados Unidos, Reino Unido y Australia.
En el caso del Indopacífico, Estados Unidos buscaría el apoyo de sus países aliados de la región, como Australia y Japón. Asimismo Washington podría echar mano de los acuerdos de cooperación miliar conocidos como el Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (QUAD) compuesto por Estados Unidos, India, Japón y Australia, y el AUKUS, conformado por Estados Unidos, Reino Unido y Australia.
“Es muy probable que los aliados estadounidenses sean también arrastrados dada esta situación, al conflicto con Taiwán … Sin duda alguna, si China intentase invadir Taiwán, habríamos de esperar una respuesta contundente de parte de Estados Unidos, sus aliados y socios estratégicos en la región”, dijo Hijar, al advertir que es “muy probable” que Australia y otras naciones afines a Washington sean arrastrados en el conflicto.
“La política exterior de Australia está basada en reglas y si China intentase invadir Taiwán, pues habría que esperar una respuesta contundente por parte de Estados Unidos y sus aliados sus socios estratégicos en la región”, agregó.
Para el analista, la política exterior de Xi Jin Ping también ha incrementado las tensiones con Taiwán, territorio que Pekín considera suyo.
“El asunto específico de Taiwán es un punto de bastante importancia en el Indopacífico, y que puede poner en jaque no solo al propio Taiwán, si no también a todas las relaciones comerciales y políticas en la región”, explica Hijar.
“Si en algún momento la República Popular China decidiera invadir Taiwán o finalmente hacer uso de la fuerza para llevar a Taiwán bajo la autoridad de Pekín … obviamente, va a haber una respuesta de parte de algunos de los países que han insistido en que van a proteger los intereses de Taiwán”.
Soldiers perform a flag-raising ceremony in Taipei, Taiwan, 27 June 2020. Source: EPA
China, la eterna amenaza, en peligro de politizarse en Australia
China podría aprovecharse de la crisis en Ucrania para hacer algo "provocador" en Asia mientras las potencias occidentales se enfocan en aliviar las tensiones con Rusia, según advirtió la semana pasada un general estadounidense.
El general Kenneth Wilsbach, jefe de la fuerza aérea estadounidense en el Pacífico, recordó que China se alineó con Rusia en la crisis, despertando dudas sobre sus intenciones en Asia.
"Del punto de vista de si China mira lo que ocurre en Europa y ... trata de hacer algo aquí en la región de Asia-Pacífico, absolutamente sí, esa es una preocupación", declaró Wilsbach.
"Me preocupa que quieran sacar provecho", agregó el militar al hablar con periodistas durante la Feria Aérea de Singapur.
"No sorprendería si intentan algo que pueda ser provocador y ver cómo reacciona la comunidad internacional", agregó el militar.
Wilsbach agregó que cuando Pekín apoyó a Rusia en la crisis ucraniana, conversó son su personal y otras "entidades" regionales sobre las consecuencias de esa posición.
Pekín ha sido acusada por años de provocar tensiones en la región, al tomar posesión de islas y atolones importantes en el mar de China Meridional.
China se atribuye la soberanía de casi todo ese mar, incluyendo partes reclamadas por Taiwán, Brunéi, Malasia, Filipinas y Vietnam.
Estados Unidos y otros países occidentales temen que el control chino afectará la libre navegación en esa estratégica vía.
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Australia y un nuevo capítulo de tensiones
Australia además tiene una relación conflictiva con China por una serie de incidentes bilaterales. Ya en mayo del año pasado, el Secretario del ministerio de Interior de Australia, Mark Pezzullo, dijo que los "tambores de guerra" del mundo están sonando y que Australia debe prepararse para un conflicto en la región.
Estas declaraciones fueron respondidas con contundencia por el portavoz del ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, quien rechazó lo dicho por Pezzullo y aprovechó para acusar a ciertos políticos australianos de "alborotadores".
A estas tensiones se suma la denuncia del primer ministro, Scott Morrison, quien afirmó el domingo que un avión militar australiano había sido blanco de un láser, proveniente de un buque de guerra chino.
Según el departamento de Defensa australiano, dos barcos de la armada china navegaban el jueves frente a las costas del norte de Australia cuando uno de ellos iluminó con un láser a un avión de vigilancia australiano en un incidente que pudo "poner vidas en peligro".
Morrison ha calificado la acción como un acto imprudente e irresponsable, y dice que se estará discutiendo el incidente con China a través de los canales diplomáticos y de defensa.
"No lo puedo ver de ninguna otra forma que como un acto de intimidación", dijo el domingo el primer ministro, asegurando que era "injustificado y no provocado".
Pero China acusó este lunes a Australia de "difundir informaciones falsas" tras la denuncia de Canberra del "acto de intimidación".
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Según Hijar, este incidente es el más reciente del continuo deterioro de las relaciones entre China y Australia, y se suma a las tensiones que ya existen por varios temas, desde la presunción de previos ataques cibernéticos de China a servidores del Parlamento australiano, hasta los cuestionamientos de Australia a China por cómo manejó las protestas prodemocráticas en Hong Kong y la petición de que se investigara el inicio de la pandemia.
“Si a esto le sumamos además las diferentes tensiones que han existido de manera directa entre el gobierno australiano y el chino, las declaraciones de algunos oficiales de ambas partes, y los intentos de coerción económica en el último año, revela una dinámica en la que China está buscando que Australia deje de hacer críticas en cuanto a la política doméstica de China y en su política internacional, que en los últimos años se ha convertido en una política exterior más asertiva en la región y que preocupa a muchos de los países en el Indopacífico”, recalcó Hijar.
La politización en Australia de la tensión con China
Las relaciones bilaterales entre Australia y China son tensas desde hace varios años, en un contexto de diferendos comerciales y diplomáticos, ya que Pekín no ve con buenos ojos el reforzamiento de la alianza entre Australia y Estados Unidos para contener la influencia china en la región Asia-Pacífico.
El incidente del buque y el láser sigue al remezón político este mes en Australia, tras destaparse una denuncia de un presunto intento de intromisión extranjera en los próximos comicios federales. Según la denuncia de los diarios de Nine, el Gobierno chino buscaba financiar a candidatos laboristas en una elección no identificada, aunque no llegó a materialzarse.
La denuncia siguió a un informe anual del servicio de seguridad e inteligencia australiano (ASIO) que revelaba un complot para interferir en los próximos comicios, aunque no identificó a la nación extranjera.La denuncia fue revelada un día antes de los comicios suplementarios en el estado de Nueva Gales del Sur y protagonizó una semana tensa para el Gobierno australiano por el archivamiento del proyecto sobre discriminación religiosa, una promesa electoral del primer ministro, Scott Morrison.
بر اساس یافتههای بازرس کل، اکثر پروژههای تمویل شده تحت برنامه جوامع امنتر در حوزههای لیبرال و ملی موقعیت دارند. Source: AAP
El ministro australiano de Defensa, Peter Duttton, arremetió contra el líder opositor, Anthony Albanese, quien fue incluso tildado como el "candidato de Machuria" por miembros del Gabinete.
Sin embargo, Albanese declaró que el jefe de ASIO, Mike Burgess, le aseguró que ninguno de los candidatos del laborismo ha sido comprometido y que la estratagema extranjera fue frustrada.
Desde entonces, miembros de la inteligencia australiana han criticado que se esté politizando públicamente los asuntos de la seguridad nacional de Australia, como parte de la campaña política, a puertas de la elección federal.
“Es bastante preocupante que simplemente por una cuestión electoral se ponga en riesgo el apoyo bipartidista y la unidad del país frente a esta amenaza externa. Definitivamente, como dijeron algunos ex miembros de la inteligencia de Australia, es delicado y grave que se esté politizando el tema”, advirtió Hijar.
“La coalición y Scott Morrison se están equivocando al tratar de manejar este tema como un asunto político para mejorar sus posibilidades de reelección en las elecciones generales de este año. En los últimos años, ha habido una posición firme de ambos partidos con respecto a China”, opinó.