Sinopsis:
Por primera vez en ocho años, el nivel de amenaza terrorista para Australia ha sido rebajado de "probable" a "posible".
Aunque las autoridades advierten que esto no descarta un ataque mortal en el país, los últimos datos sugieren que el poder de ataque de algunas ideologías extremistas se está suavizando y que la naturaleza de la amenaza terrorista está cambiando.
El ascenso del grupo extremista del Estado Islámico en Siria e Irak hizo aumentar el riesgo de terrorismo en Australia en el 2014, sin embargo, ocho años después, el panorama ha cambiado.
El director general de la Organización Australiana de Inteligencia y Seguridad (ASIO), Mike Burgess, ha anunciado que la alerta se rebajará a "posible".
Sin embargo, advierte que todavía podría producirse un ataque en territorio nacional en los próximos 12 meses, por eso ha advertido de que de ninguna manera habrá un relajamiento de la seguridad.
La ministra de Asuntos Internos, Clare O'Neill, ha afirmado que el foco de atención se ha desplazado ahora a los "lobos solitarios" con un enfoque menos sofisticado en sus posibles ataques. Los agentes de inteligencia también están siguiendo el extremismo violento nacionalista y racista.
Para el gobierno australiano y la ASIO las nuevas amenazas que atentan contra la seguridad nacional son el espionaje y la intervención extranjera en asuntos internos del país.
Desde que se elevó el nivel de amenaza a "probable" en 2014, la ASIO afirma que se han producido once atentados terroristas en Australia y que las autoridades han frustrado 21 complots.
Aunque este año no se han producido atentados significativos, el director general Burgess advierte que el terrorismo sigue siendo una amenaza "evolutiva" y "duradera".
En SBS Spanish entrevistamos al académico experto en criminología y seguridad de la Macquarie University, Rolando Ochoa.
Escucha la entrevista en el podcast situado en la parte superior del artículo.