Los detenidos por motivos de inmigración – ya sean buscadores de asilo o refugiados - corren el riesgo de sufrir graves consecuencias ya que pasan cada vez más tiempo encerrados, según un nuevo informe de la Comisión de Derechos Humanos.
La Comisión publicó ayer jueves 3 de diciembre un informe sobre la red de detención de inmigrantes de Australia, en el que se esbozan las preocupaciones planteadas durante las visitas a las instalaciones el año pasado.
El Comisionado de Derechos Humanos, Edward Santow, dijo en el informe que la duración de la detención era "de una magnitud superior" a la de países comparables como el Reino Unido y el Canadá.
La duración media de la detención en septiembre de 2020 fue de 581 días -o más de 18 meses-, que es la cifra media más larga registrada en la historia de la detención de inmigrantes australianos.
En 2019, más de uno de cada cinco detenidos había permanecido más de dos años en prisión, lo que representaba un aumento de alrededor del 20% con respecto al año anterior.
En septiembre de 2020, había 1.534 personas en detención de inmigrantes, según la comisión.
En el informe se formulan varias recomendaciones para mejorar la salud y el bienestar de los detenidos, como la liberación de todos los padres que tienen hijos a su cargo.
El gobierno federal ha rechazado 26 de las 44 recomendaciones de la comisión para mejorar los derechos humanos en la detención de inmigrantes.
Sobre los resultados de este informe, conversamos con el director de STARTTS, el servicio para el tratamiento y rehabilitación de los sobrevivientes de tortura y trauma en NSW, Jorge Aroche.
Para escuchar la entrevista haz clic en la imagen de portada.
