Johnson & Johnson se convirtió el miércoles en el cuarto grupo farmacéutico en comenzar la fase 3 de ensayos clínicos de su vacuna experimental contra la COVID-19 en Estados Unidos.
Si los resultados son positivos, la compañía espera poder presentar una solicitud de autorización de emergencia ante la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) "a principios de 2021", según un comunicado.
En el ensayo de Johnson & Johnson participarán 60.000 voluntarios de tres continentes a los que se les suministrará una sola dosis. La farmacéutica, que anunció su compromiso de distribuir la vacuna sin obtener beneficios, enfatizó que "continuará aumentando su capacidad de producción" para poder entregar mil millones de dosis de vacuna al año.
Puntos destacados:
- Empresas como Moderna, Pfizaer, AstraZeneca y Johnson & Johnson han anunciado estar a las puertas de entregar una vacuna contra la COVID-19.
- Más de 60 países ricos, excepto China y Estados Unidos, se adhirieron al dispositivo de la OMS para facilitar el acceso de los países pobres a la vacuna contra el coronavirus, COVAX.
- El periodista científico Luis Quevedo asegura que es muy difícil obtener una vacuna “segura” en pocos meses.
- Mantener las normas y reglas de higiene indicadas sigue siendo el mejor antídoto.
La empresa de biotecnología Moderna fue la primera en Estados Unidos, en julio, en comenzar la fase 3, que consiste en medir la eficacia del producto a gran escala en miles de voluntarios. Le siguieron Pfizer y su socio BioNTech, luego llegó AstraZeneca.
Rusia anunció en agosto que había logrado la "primera" vacuna contra el covid-19, bautizada Sputnik V. Según el gobierno de Vladimir Putin, más de 20 países han solicitado la vacuna, por un total de 1.000 millones de dosis.
Más de 60 países ricos, excepto China y Estados Unidos, se adhirieron al dispositivo de la OMS para facilitar el acceso de los países pobres a la vacuna contra el coronavirus, COVAX.
SBS Spanish entrevistó a Luis Quevedo, director del Máster en Divulgación Científica y periodista científico de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien afirma que no cree posible tener en el mercado una vacuna efectiva en lo meses cercanos.
Las vacunas normalmente se desarrollan entre media y una década.
Pero aclara que en el mundo COVID 19 hay muchos incentivos y recursos que permiten acelerar las investigaciones. Y agrega que “hay un límite que no se puede saltar, que es el de la seguridad”.
No olvidemos que estamos tratando de desarrollar lo mejor: Que sean vacunas que tengan menos reacciones adversas, que proporcionen mejor protección y que sean más baratas.
Quevedo, director del podcast El Método, explica que, después de la fase preclínica de investigación para las vacunas, vienen 3 fases de prueba definitivas para garantizar la efectividad de la vacuna y su seguridad para la población humana:
Fase 1: Cuando la posible vacuna se prueba en muy poca gente porque se quiere determinar si la substancia es toxica.
Fase 2: Se prueban diferentes dosis en diferentes intervalos de tiempo en grupos más amplios de personas. Y se comprueba si el sistema inmunitario reacciona a esa vacuna de manera efectiva.
Fase 3: Cuando se prueba en decenas de miles de voluntarios, en diferentes países y diferentes edades. Para comprobar si la vacuna va a evitar la infección.
El periodista científico asegura que él mismo no se aplicaría ninguna de las vacunas anunciadas por los gobiernos de Rusia y China o la vacuna anunciada por el presidente Donald Trump para el mes de noviembre, “porque se aprobaron sin haberse publicado de una manera transparente, sin haberse llevado a cabo ensayos de fase 3, que son los más críticos, porque son con decenas de miles de personas, en las que se comprueba que la vacuna efectivamente protege.”Quevedo recomienda que, mientras una vacuna segura y efectiva no esté disponible para todos, lo mejor es mantener las recomendaciones de comportamiento e higiene indicados por los expertos, para controlar la propagación del COVID-19.
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