En el parlamento, el primer ministro Scott Morrison lo describió como un hito sombrío.
“Es un día devastador para Australia. La recesión global y la pandemia de la COVID-19 que ha impactado al mundo nos ha golpeado.”
“Los australianos saben, desde hace muchos meses que llegaría este día. Y, a medida que la pandemia continúe, continuará también su impacto, no solo aquí, sino en todo el mundo, habrá más días difíciles por delante.”
La caída del Producto Interno Bruto en un 0,3% en el trimestre anterior, la caída trimestral más grande de la historia, selló el comienzo de la primera recesión de Australia desde 1991.
Las restricciones para detener el avance del COVID-19 han colapsado el gasto discrecional, los servicios, las importaciones y las exportaciones.
Además, el ahorro de los hogares se disparó al 19,8 por ciento, su nivel más alto desde 1974.
“Las cifras nacionales de hoy confirman el impacto devastador en la economía que ha tenido el COVID-19. Nuestra racha récord de 28 años consecutivos de crecimiento económico ha llegado oficialmente a su fin. ¿La causa? Una pandemia única en un siglo. ¿El efecto? Una recesión inducida por el COVID-19”, dijo el tesorero Josh Frydenberg.
Pero si bien el gobierno ha llamado a esto "la recesión del COVID", la Oposición dice que esta crisis será más larga y profunda de lo necesario, porque el estímulo económico se implementó demasiado tarde y está reduciéndose demasiado pronto.
El portavoz laborista para la tesorería, Jim Chalmers, argumenta que el gobierno no está haciendo lo suficiente para ayudar a los australianos en apuros.
“Que el gobierno diga 'oh, estamos mejor que Estados Unidos bajo Donald Trump', eso no significa nada para las personas que ya perdieron su trabajo. Las comparaciones internacionales, la comparación con lo que el gobierno esperaba hace tres meses, no significan nada para los australianos que están desempleados, los australianos que podrían quedar desempleados en los próximos meses, o los pequeños empresarios que se preguntan cómo resistirán.”
El líder de la oposición, Anthony Albanese, ha cuestionado si ahora es el momento apropiado de reducir el esquema de subsidio salarial JobKeeper del gobierno.
Pero Scott Morrison defiende férreamente la decisión de su Gobierno de recortar los pagos.
Sin embargo, una cosa en la que ambas partes están de acuerdo es que el balance entre la migración calificada y el desarrollo y capacitación de los australianos, será crucial para la recuperación económica de la nación.
Ocupaciones prioritarias en tiempos de pandemia
Diecisiete profesiones y ocupaciones han recibido un estatus migratorio de alta prioridad en sectores críticos, entre ellos están los psiquiatras, los médicos de cabecera, parteras, enfermeras tituladas e ingenieros de software.
La portavoz de inmigración laborista Kristina Keneally dice que el gobierno debe diseñar un plan claro para que Australia no dependa sobremanera en la migración calificada para solventar sus carencias.
“Hay que plantearse la pregunta: ¿qué está haciendo el gobierno con respecto a la formación y las habilidades de los australianos cuando hay una auténtica escasez de habilidades? este gobierno tiene que delinear cómo va a proporcionar la capacitación para que los australianos llenen esos vacíos de habilidades”.
Por su parte, el Tesorero dice que será un largo camino para salir de la recesión.
“Es una recesión diferente a las recesiones anteriores que hemos visto en Australia. Es más rápida y profunda que la que vimos en los años 80 y 90. En esas recesiones, la tasa de desempleo tardó más en aumentar. Durante esas recesiones, tomó más tiempo de lo que esperamos que la gente regrese al trabajo”, explicó Frydenberg.
Por su parte, el primer ministro sigue insistiendo en que la economía se recuperará una vez que se reanude la actividad económica y se abran las fronteras.
“Tenemos que abrir a Australia para asegurarnos de que no nos convirtamos en una nación dislocada, lo que no sería un éxito. Australia no se resignará a este virus. Y la economía tampoco se resignará a esto, no se resignará a este virus.”
Reducciones de JobSeeker y JobKeeper impactarán a los inquilinos
En este contexto de recesión, se teme que los recortes en algunos pagos de asistencia social del gobierno como Jobkeeper y Jobseeker podrían empeorar la situación de los millones de australianos que han visto mermados sus ingresos.
De hecho, un nuevo informe prevé que los inquilinos de bajos ingresos no podrán pagar el alquiler a los niveles previos a la pandemia.
Por su parte, muchos servicios de asistencia y caridad temen que muchos se quedarán sin hogar si el gobierno no interviene.
La directora ejecutiva de Anglicare Australia, Kasy Chambers, está pidiendo que los pagos de asistencia social se aumenten permanentemente.
COVID ha puesto al descubierto las desigualdades y debilidades en nuestra sociedad. Es evidente que las personas en viviendas de alquiler o en trabajos inseguros lo están viviendo peor que los demás en esta pandemia.
Un nuevo estudio de Anglicare Australia revela que solo el uno por ciento de los alquileres en Australia sería asequible para una persona con el pago actual COVID-19 de Jobseeker.
Y que cuando el gobierno reduzca el suplemento de coronavirus en 300 dólares cada quince días a finales de este mes, solo el 0,2 por ciento de las propiedades seguirían siendo asequibles a los precios actuales.
Menos del uno por ciento de los alquileres son pagables para quienes reciben una pensión de apoyo por edad o por discapacidad.
Es una preocupación compartida por servicios como Wayside Chapel en Sídney, que ha acogido a cientos de personas que luchan financieramente por sobrevivir la pandemia.
El director ejecutivo de Wayside Chapel, el pastor Jon Owen dice que pronto veremos un colapso del sistema.
Con más personas perdiendo sus trabajos, más personas que necesitan apoyo y más personas en riesgo de quedarse sin hogar, veremos un sistema sobrecargado hasta a un punto de quiebre.
Y dado que la moratoria sobre los desalojos también llegará a su fin pronto en todos los estados, excepto en Victoria, se teme que más australianos se sumerjan en una mayor incertidumbre financiera.
Leo Patterson Ross, director ejecutivo del sindicato de inquilinos de Nueva Gales del Sur (NSW Tenants Union) considera también que algunas protecciones deben ser extendidas.
“Realmente estamos preocupados por el precipicio que se avecina, cuando Jobkeeper y JobSeeker se reduzcan y la moratoria de desalojo termine, ya que muchas personas tendrán que renegociar su alquiler con sus arrendadores sin ninguna protección.”
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