En Australia el aire siempre había estado relativamente limpio. La contaminación atmosférica es algo que se relaciona con los países en vías de desarrollo y jamás se habían visto imágenes de ciudades como Sídney, Camberra y Melbourne oscurecidas por un humo espeso y grisáceo.
Esta mezcla de vapor de agua, partículas pequeñas y gases que inundó las ciudades -a veces por semanas- puede incluir monóxido de carbono, dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno.
Se sabe que los gases irritan el sistema respiratorio. Pero la evidencia sugiere que son las pequeñas partículas las que más dañan la salud de las personas, pues al ser tan finas pueden llegar a los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo.
En días pasados, a raíz de los incendios forestales, mucha gente que vive lejos de las zonas donde ocurrió la catástrofe se vio forzada a salir de su casa en busca de aire limpio.
Aquí te traemos su historia.