La última vez que la inflación fue tan alta fue en junio de 2001, cuando los precios subieron un 6,1 por ciento, en gran parte por el efecto del recientemente introducido Impuesto sobre Bienes y Servicios (GST) del 10 por ciento.
Hay que remontarse a diciembre de 1995 para encontrar una lectura igualmente alta (5,1%) que no se vio afectada por la introducción del GST.
La medida de inflación preferida por el Banco de la Reserva, que excluye los movimientos más extremos de los precios, se situó en el 3,7 por ciento, muy por encima de su objetivo del 2-3 por ciento, lo que aumenta la presión para que los tipos de interés empiecen a subir la próxima semana.
Este fue el nivel anual más alto de la llamada inflación subyacente desde marzo de 2009, justo antes de que el Banco de la Reserva iniciara su último ciclo de subidas de tipos de interés entre octubre de 2009 y noviembre de 2010.
El objetivo del tipo de interés oficial alcanzó un máximo del 4,75 por ciento en ese mes.
La ABS dijo que los mayores contribuyentes al aumento de precios del 2,1% durante el trimestre fueron un aumento del 5,7% en los costes de construcción de nuevas viviendas, un salto del 11% en los precios de los combustibles y un aumento del 6,3% en las tasas de educación terciaria.
La subida de los precios de las viviendas nuevas se debió a una combinación de aumento de los costes de los materiales de construcción y de la mano de obra en el sector de la construcción, y a la reducción de la subvención gubernamental HomeBuilder, que anteriormente había protegido a los clientes de ese aumento de los costes.
Los precios de los combustibles subieron por séptimo trimestre consecutivo, con el mayor incremento anual desde que Irak invadió Kuwait en 1990.
Entrevistado: Sydney Demaria, economista.
