El pianista Daniel Rojas siempre está abrevando de sus tres culturas al momento de crear. Durante ese proceso sus raíces peruanas y chilenas dialogan con su historia australiana para dar paso a nuevas melodías. Y en este proceso creativo Daniel ha dado logrado concebir “Navegar” y “SalTango”, dos composiciones que forman parte del concierto “Baile y Fuego”, el cual celebra la grandeza de la música española y latinoamericana.
Presentado por la North Sydney Symphony Orchestra (NSSO) este concierto contará con la presencia del aclamado pianista, compositor e improvisador Daniel Rojas. Sus obras elegidas para esta ocasión forman parte del más reciente material de Rojas titulado “Bliss of Heaven: Music Of The New World”, que incluye ritmos como tango, salsa y mambo, por mencionar algunos, fusionados con música clásica occidental.
“[Baile y Fuego] es un concierto de música clásica que resalta música latinoamericana y española. Imagínense 70 músicos en el escenario tocando violines, trompetas, oboes, fagotes, clarinetes, flautas, etcétera -también un tremendo grupo de percusión- tocando para la audiencia en el Conservatorio de Sídney”, comenta entusiasmando el pianista y compositor chileno-australiano, Daniel Rojas, en entrevista con SBS Spanish.
“SalTango” es una de las piezas de su autoría que se incluirá este concierto, la cual, explica el músico, es una mezcla de salsa y tango.
“En este caso el tango está representado por la milonga ciudadana, que es una forma de tango un poquito más rápido, más rítmico que la que la milonga campestre. Y si uno mira históricamente hay una relación con el son montuno, que nace en la gran tierra de Cuba. Entonces, lo que quise hacer en esta obra fue mezclar estas dos culturas, ya que tienen raíces en común.
“De manera que empieza con el tango-milonga, así tranquilo, y en algún momento cambia a un montuno, o sea, salsa. Entonces, tienes 70 músicos en el escenario, las trompetas, los trombones que hacen su tremendo montuno, llegan a un clima bien chévere, y vuelve otra vez al tango-milonga”, explica el compositor.
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Navegar entre tres culturas
El músico Daniel Rojas descubrió el piano a los 4 años. Pero fue hasta que llegó a Australia, a la edad de 7 años, que comenzó a aprender a tocar este instrumento formalmente.
Hijo de madre peruana y padre chileno, Daniel se sincera y dice que su corazón siempre se identifica primero con la cultura peruana, ya que su madre es quien trajo el talento musical a la familia.
“Me siento muy cerca a la cultura peruana. Con todo respeto a mi país de nacimiento y también a los chilenos queridos, tengo una tendencia más hacía la música y a la cultura peruana. Me emociona mucho, me atrae tanta riqueza. Creo que es por mi madre, que es el talento de la familia”, comparte el compositor chileno-australiano.
Me siento muy cerca a la cultura peruana. Con todo respeto a mi país de nacimiento y también a los chilenos queridos, tengo una tendencia más hacía la música y a la cultura peruana. Me emociona mucho, me atrae tanta riqueza. Creo que es por mi madre, que es el talento de la familia.Daniel Rojas
“También he navegado a través de otras culturas, musicalmente hablando. Argentina por ejemplo, con el tango, la milonga, el malambo. Brasil, con la samba. También por los países caribeños empezando con el son, son montuno, merengue, salsa. Lo que he buscado hacer es interrelacionar la música latinoamericana con la música occidental clásica. Hacer una fusión de culturas, explorar las posibilidades de sonidos, las posibilidades de las melodías, de los ritmos de estas culturas y ver lo que nace desde ahí”.
En Australia, el pianista chileno obtuvo un doctorado en composición por el Conservatorio de Música de Sídney. Y entre los múltiples reconocimientos que este músico ha recibido están el Premio Fellowship of Australian Composers, el Premio Frank Albert, y el Premio Conmemorativo Miriam Hyde. Rojas además fue finalista en el programa Melbourne Symphony Orchestra's 21st Century Young Composers.
Como intérprete, ahora ampliamente reconocido como el especialista de piano para tango de Australia, Rojas ganó el segundo premio en el prestigioso Concurso Internacional de Música Piazzolla 2021.
El proceso creativo no es cosa fácil
Daniel confiesa que cada que va a comenzar una nueva composición se siente completamente “inútil” y debe dejar a un lado su ego y comenzar desde cero. A veces el proceso inicia con una especie de lluvia de ideas, se autoevalúa, se cuestiona, critica su trabajo. A veces el pianista sólo se sienta y escribe una composición sin importarle si está bien o mal. “Lo que me importa es poner ideas en papel y disfrutar ese proceso creativo.
“Entonces, intento terminar la obra. Me pongo a pensar de una manera más crítica. Me pongo a analizar más y soy un poquito más demandante conmigo mismo. Ahí es donde empieza a pulirse la obra, a venir las ideas”.
El pianista reconoce que ser creativo no es tan fácil y describe a esta actividad como un tarro con miel: hay días que fluye la creatividad, se desliza suavemente como la miel. Pero hay otras ocasiones en las que la miel parece que ha estado en el refrigerador por días y “como que cuesta sacar con una cuchara para probarla. Entonces a uno tiene que lidiar con todas estas dinámicas de la vida creativa”.
Quiero dar algo de alta calidad, algo con mucho amor. Yo no quiero dejar un legado de mediana calidad. Tiene que ser un legado que aporte a la sociedad.Daniel Rojas
Su compromiso es con el legado que le entregará a la comunidad
Daniel se sabe perfeccionista. Y aunque a veces siente esta virtud como algo negativo, también reconoce que este rasgo le ha permitido avanzar en su carrera como compositor y entregar un legado de alto valor a la comunidad.
Para el pianista chileno-australiano es muy importante ofrecer una composición de calidad: no sólo para que los músicos de una orquesta o un ensamble ofrezcan un concierto digno a la audiencia, sino también para que el público se sienta satisfecho.
“También está la reputación de uno frente a otros compositores, otros músicos. Pero sobre todo siento la responsabilidad que tengo ante la sociedad, ante la gente que escucha la música, y ante los músicos que interpretan la música. Entonces, quiero dar algo de alta calidad, algo con mucho amor. Yo no quiero dejar un legado de mediana calidad. Tiene que ser un legado que aporte a la sociedad”.
El concierto “Baile y Fuego” está programado para el sábado 20 de mayo, a las 7:30pm, en el Verbrugghen Hall, en el Conservatorio de Sídney.
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