Vestido de militar y desde el monte, Iván Márquez, ex número dos de la disuelta guerrilla FARC, reapareció junto a Jesús Santrich y alias el Paisa para proclamar, en un video, que retomaron las armas junto con otros jefes rebeldes que se apartaron del pacto paz en Colombia.
En el video puede verse a los tres comandantes flanqueados por 17 hombres y mujeres con fusiles y una pancarta al fondo en la que se lee "Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-EP".
El presidente Ivan Duque ya ordenó una ofensiva contra quienes llamó "una banda de narcoterroristas” y ofreció recompensas de 880.000 dólares por cada uno de ellos.
El anuncio supone el mayor revés a los acuerdos negociados en Cuba y suscritos en 2016 bajo el gobierno del exmandatario y nobel de Paz, Juan Manuel Santos, que condujeron al desarme de unos 7.000 combatientes y que pretendían acabar con la mayor rebelión de América que dejó cientos de miles de víctimas.
En entrevista con SBS Spanish el ex alto comisionado de la Paz y académico en Colombia, Daniel García Peña, dijo que el anuncio de Márquez representaba un duro revés para la paz en Colombia.El video, que despertó rechazo entre partidarios del acuerdo de 2016, muestra a Márquez afirmando que el nuevo grupo armado buscará coordinar "esfuerzos con la guerrilla del ELN y con aquellos compañeros y compañeras que no han plegado sus banderas".
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La ONU, que sigue la verificación de los acuerdos, expresó su condena enfática, pero resaltó que se trata de "un reducido grupo de excombatientes" y que la "inmensa mayoría de hombres y mujeres" de la antigua guerrilla "sigue cumpliendo con la paz".
El senador y negociador del Gobierno colombiano en La Habana con las FARC, Iván Cepeda, dijo a SBS Spanish que ve como un tropiezo el anuncio del exjefe del equipo negociador de las FARC que obliga a redoblar los esfuerzos para consolidar la paz en Colombia.
Hay que recordar que no es esta la primera situación y seguramente no será la ultima situación critica que vive el proceso de paz, pero la realidad es que el proceso a estas alturas tiene la fortaleza necesaria para asimilar esta clase de situaciones y seguir adelante.
Aunque el grueso de las FARC se desmovilizó, unos 2.300 combatientes distribuidos en varios grupos conforman las llamadas disidencias y se dedican mayoritariamente al narcotráfico y la minería ilegal, según inteligencia militar.
El gobierno pidió excluir a Márquez y sus camaradas de los beneficios jurídicos del acuerdo que dio origen al partido FARC. Mientras tanto, Rodrigo Londoño, el jefe del partido político Farc, reafirmó el compromiso de la mayoría de los excombatientes de cumplir lo pactado.
A pesar de esto, el expresidente Álvaro Uribe dijo que “hay que bajar esos acuerdos de la Constitución”, lo que podría dejar lo pactado en un serio estado de vulnerabilidad. Márquez decidió apartarse del pacto de paz alegando los mismos incumplimientos del Estado que ahora invoca para retomar las armas en un país donde el tráfico de drogas alimenta la violencia.Santrich, entretanto, es prófugo dentro del proceso que se le sigue por narcotráfico. El también congresista es acusado por Estados Unidos de haber conspirado para enviar cocaína tras firmar la paz. Por su parte, “El Paisa”, temido jefe militar en épocas de las antiguas FARC, también tiene orden de captura por desatender los compromisos firmados.
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Los rebeldes son requeridos por el tribunal especial que juzga los peores crímenes cometidos durante medio siglo de conflicto armado. A raíz de su decisión, se abrió el proceso que conducirá seguramente a su expulsión del pacto.
Mientras tanto en Australia, un portavoz del departamento de asuntos exteriores y comercio (DFAT) dijo en un comunicado que apoyan el acuerdo de paz de Colombia.
El vocero de DFAT subrayó que si bien la decisión de un pequeño grupo de ex disidentes de las FARC de retirarse del acuerdo es decepcionante, el Gobierno colombiano y el liderazgo político de las FARC siguen comprometidos con el acuerdo de paz.