Sinopsis:
Una de las consecuencias positivas de la pandemia del COVID fue la de instaurar una forma de trabajo más flexible, y desde entonces, muchos trabajadores están disfrutando de la posibilidad de trabajar desde casa, lo que implica un mejor balance entre la vida familiar y laboral, en particular para aquellos que tienen familiares a su cargo.
Pero en algunos casos el sueño pareció llegar a su fin, y los empleadores comenzaron a exigir a los empleados que regresen a la oficina, como fue el caso del CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, y el jefe de Tesla y Twitter, Elon Musk.
Pero aquí en Australia, los sindicatos están contraatacando estas decisiones.
El sindicato del Sector Financiero en Australia está esperando que pronto se fije una fecha para el caso que presentaron en la Comisión de Trabajo Justo, desafiando el mandato del Commonwealth Bank para que su personal regrese a la oficina.
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Un portavoz del Commonwealth Bank dijo que la compañía está tratando de establecer el requisito de que los empleados se personen en su puesto el 50 por ciento del tiempo de su jornada laboral.
Por su parte, la presidenta nacional del Sindicato del Sector Financiero de Australia, Wendy Streets, dijo en su día que los miembros están preocupados por el impacto de esta orden.
Mientras tanto, una investigación hecha por el portal profesional LinkedIn que encuestó a más de 100 líderes de empresas australianas, revelaba que casi las tres cuartas partes de los líderes empresariales australianos prefieren que el personal trabaje desde la oficina en lugar de hacerlo desde casa.
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Algunos jefes alegan que al no estar presentes en la oficina los empleados pierden la conexión con el resto de la plantilla y las posibilidades de colaborar mejor con otras divisiones de la empresa.
Sin embargo, también un 77 por ciento de personas que buscan trabajo tienen muy claro que la flexibilidad es una prioridad para ellos, que no tomarían un trabajo o que dejarían el que tienen si no hay flexibilidad. Y en este contexto, hay otros que plantean la necesidad de reducir la jornada semanal a cuatro días en vez de cinco. ¿Dónde está la llave de la fórmula mejor?.
Cristian Criado Perez, investigador en psicología del trabajo en el Instituto de Negocios en la Universidad de Nueva Gales del Sur, analiza este panorama.