Muchos inmigrantes están sobrecualificados para los puestos en los que se desempeñan. Si estuvieran en los trabajos que les corresponde de acuerdo a su formación, Australia podría inyectar en su economía unos 6,000 millones de dólares anuales, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Curtin.
El problema parece ser sistémico, no solo es el dominio del inglés, sino también los prejuicios y el prolongado y agotador proceso para obtener una residencia permanente. Todo eso espanta a los inmigrantes, de acuerdo a expertos.