El gobierno del estado de Victoria, en cabeza del Premier Daniel Andrews, anunció el martes que dará $600 millones para reparar los revestimientos inflamables de cientos de edificios residenciales, comerciales e industriales, aunque pidió al gobierno federal que ponga la mitad del monto.
A la par aumentará los costes de los permisos de construcción de algunos edificios residenciales para poder recaudar el dinero y creará un organismo para investigar cambios regulatorios y evitar así que se repita una tragedia como la sucedida en Grenfell Tower Londres hace dos años.
El exlegislador del estado de Victoria, el laborista Telmo Languiller, dijo a SBS Spanish que el gobierno federal debería contribuir con los fondos porque las regulaciones de construcción se dan a nivel nacional.
“Esto afecta a todo el país, es un problema mundial porque la mayoría de materiales para proteger los edificios, las partes exteriores y evitar los incendios” provienen en un 90 por ciento de la China.
Si yo tuviese “hipotéticamente” un apartamento construido a partir de los 80 en las zonas centrales de las ciudades, consultaría un “inspector independiente” para saber si los materiales son seguros y proteger a la gente que vive en el lugar, comentó Languiller.
“Es una bola de nieve, el gobierno dice que el sector privado debería asumir responsabilidad y el sector privado dice que el gobierno no dio los suficientes detalles para al construcción”, mientras otras partes implicadas se deslindan del problema.
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