Esto se da en medio de las preocupaciones por la intromisión de China en las instituciones educativas. Las universidades australianas, muchas de ellas en los primeros cien puestos del ránking mundial, producen una serie de investigaciones de punta y dependen de los ingresos generados por la gran cantidad de estudiantes internacionales, muchos de ellos de China.
Las universidades australianas han sido blanco de ataques, pero el más sonado fue el que se conoció en junio pasado cuando la Universidad Nacional Australiana (ANU, siglas en inglés) anunció que fue víctima de un ataque masivo de sus sistemas, en el que los piratas informáticos accedieron a información personal de las últimas dos décadas.
Otra de las medidas que adoptará el gobierno será investigar el nivel de la libertad de expresión en las universidades del país mediante una encuesta sobre el tema.
Entrevista con el director y consejero principal del departamento de planeación e investigación de la Universidad RMIT en Melbourne, Ángel Calderón, quien comienza hablando sobre lo que significa esta iniciativa del gobierno federal.