Esta mañana el caso de filtración de datos a millones de clientes de Optus ha dado un giro inesperado. A primera hora del día se confirmó la filtración de datos personales en la dark web de más de 10.000 australianos, pero poco tiempo después no solo esos registros desaparecieron, sino que un usuario asegura haber borrado.
Se trataría del pirata informático, aunque todavía las autoridades tienen que confirmar su veracidad, que pidió un rescate de un millón y medio de dólares a cambio de no revelar datos personales de clientes.
En un principio, la amenaza se extendía a la publicación de registros como números de pasaporte o medicare de 10.000 clientes por cada uno de los días que no se cobrara su rescate.
Hoy, el supuesto pirata informático ha sorprendido con el cambio de dirección con afirmaciones en un foro de internet como: "Demasiado ojos". Ha sido un error publicar los datos" o "No vamos a vender los datos a nadie".
También aprovechó para mostrar unas profundas disculpas a Optus y le desea lo mejor.
Expertos en ciberseguridad darían veracidad a la cuenta del pirata informático pero todavía no ha sido validada por las fuerzas se seguridad encargadas del caso.