Es ilegal ayudar a alguien a morir en Australia, ya que cualquiera que lo haga se arriesga a ser acusado de asesinato, homicidio involuntario o ayudar a suicidarse.
Pero a partir del 19 de Junio, la muerte voluntaria asistida estará disponible en el estado de Victoria.
Se estima que hasta 150 personas elegirán terminar sus vidas a través de esta nueva ley cada año.
Después de un largo y acalorado debate ético, los pacientes con enfermedades terminales en Victoria podrán solicitar una droga legal para poner fin a sus vidas.
Pero las cláusulas estrictas destinadas a proteger a los pacientes y a los profesionales de la salud pueden en realidad impedir que las personas tomen esa decisión, incluso cuando es su derecho.
El cambio de ley también plantea una nueva serie de cuestiones éticas sobre cómo debería funcionar el sistema en la práctica.
Entre las cuestiones más apremiantes está cómo manejar las opiniones divergentes del personal del hospital, algunos de los cuales se oponen a la eutanasia.
Pero hay condiciones estrictas para aquellos que decidan optar por esta nueva ley.
Para calificar, una persona debe tener 18 años o más, con una enfermedad que probablemente causará su muerte dentro de seis meses - o 12 meses para las enfermedades neurodegenerativas.
Deben poder comunicar una decisión sobre la muerte asistida voluntaria a través del proceso formal de solicitud; haber vivido en Victoria durante al menos un año; y ser ciudadanos australianos o residentes permanentes.
Un grupo de trabajo ha estado preparando los servicios de salud, hospitales y médicos para la puesta en marcha del programa.
Una persona debe solicitar la Muerte Asistida Voluntaria de médicos en tres ocasiones, y dos médicos deben cumplir con los requisitos legales del plan, antes de que se le otorguen los permisos para la medicación letal.
Todo el proceso no puede durar menos de 10 días - a menos que se espere que la persona muera dentro de ese tiempo.
