Una de las consecuencias más terribles de la pandemia de la COVID-19 ha sido el agravamiento peligroso de la situación de aquellos quienes antes de la pandemia ya tenían un empleo precario, y ahora están pasando a ser explotados laboralmente.
Las Naciones Unidas estima que 40,3 millones de personas en el mundo se encuentran en situación de esclavitud moderna, entre ellas unas 24,9 millones en trabajos forzados y 15,4 millones en matrimonios forzados.
En Australia, hay unas 15.000 personas que vive en condiciones similares a la esclavitud, según el índice mundial de esclavitud. Sin embargo, el Instituto Australiano de Criminología ubica el número en casi 2,000, aunque admite que solo uno de cada cinco casos está siendo identificado.
Según el relator especial de las Naciones Unidas sobre las formas contemporáneas de esclavitud, Tomoya Obokata, los grupos más expuestos a la explotación laboral en el mundo son “los trabajadores informales, las mujeres, los niños y los jóvenes, las minorías, los pueblos indígenas, los refugiados, y los trabajadores desplazados internos”.
“Un motivo de especial preocupación para mi es la pérdida de empleo de un gran número de trabajadores en todo el mundo, lo que a su vez probablemente agravará la pobreza y la desigualdad mundiales y también aumentará los casos de esclavitud, trabajo forzoso y otras prácticas de explotación”, dijo el relator ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en septiembre.
Prácticas que fomentan la esclavitud y explotación laboral en Australia
Según el fundador y director ejecutivo de Unchained, el Dr Stephen Morse, en Australia la explotación o la esclavitud se presenta de muchas formas.
Aquí, en Australia, se manifiesta principalmente en la agricultura y horticultura, y en la construcción, en particular. También se presenta en servicios minoristas, en salones de manicura, seguridad y lavado de autos. Se estima que este año hay unas 15.000 personas esclavizadas en ese tipo de servicios.
Unchained se dedica a proporcionar al sector empresarial estrategias para mejorar sus cadenas internacionales de suministro, con el fin de que eviten fomentar la explotación laboral y la esclavitud, por medio de la compra y comercialización de productos de origen dudoso. La empresa utiliza el 100 por ciento de sus ganancias para financiar empresas sociales en Australia que ayudan principalmente a mujeres que están en riesgo de explotación.
"Esperamos que las cosas se fabriquen de forma económica, al mejor precio y en el menor tiempo posible. En el mundo de los negocios, preferimos el precio más bajo”, explica el Dr. Morse, al tiempo que advierte que esta expectativa frecuente en muchos australianos, de esperar que los servicios y productos se mantengan baratos y asequibles, es una actitud que alimenta la explotación de personas vulnerables, tanto aquí, como en el extranjero.
Morse explica que, en ese sentido, tanto minoristas como consumidores tenemos que reevaluar nuestras expectativas de lo que estamos dispuestos a pagar, si no queremos comprar productos hechos por esclavos.
Alza en denuncias de explotación en Australia producto de la pandemia
En Australia, los migrantes, refugiados y estudiantes internacionales, han denunciado un aumento en la explotación laboral debido a las bajas tasas de empleo a raíz de la pandemia.
La Iniciativa de Justicia para Trabajadores Migrantes (MWJI, siglas en inglés), recientemente publicó los resultados de una encuesta a nivel nacional de más de 6000 estudiantes internacionales y otros migrantes temporales, realizada en julio de 2020.
El estudio reveló que el 70 por ciento de quienes respondieron había perdido todos sus ingresos o la mayor parte de su trabajo durante la pandemia, dejándolos con dificultades para pagar lo básico y expuestos a la explotación.
La codirectora de MWJI y profesora en la escuela de derecho de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Fassina Farbenblum, explica que las condiciones económicas actuales representan un cóctel perfecto para la proliferación de estas prácticas ilegales.
"Tenemos una combinación realmente problemática ahora: personas desesperadas por obtener ingresos para sobrevivir, y un número limitado de trabajos disponibles. Sabemos que la explotación laboral entre los migrantes temporales es frecuente, así que esperamos que la situación empeorará bajo estas circunstancias."
En este sentido, Farbenblum recuerda que hay ayuda disponible que para aquellos que se encuentren en situaciones difíciles.
“Si estás siendo explotado laboralmente, puedes denunciar a su empleador al Defensor del Pueblo para el Trabajo Justo (FairWork Ombudsman), pero también puedes buscar asistencia legal a través de centros legales comunitarios o centros especializados”.
Ayudas disponibles
- El sitio web de cuenta con una lista de recursos para trabajadores migrantes que ofrecen asesoría legal y laboral en Australia.
- La Cruz Roja ofrece una subvención única de asistencia urgente.
- Llama al Salvation Army Safe House al 1300 478 560 para obtener ayuda.
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