Puntos destacados:
- El presidente Bukele busca derogar la prohibición de minería metálica de 2017, argumentando que El Salvador posee ricos depósitos de oro que podrían impulsar la economía.
- Ambientalistas advierten que la minería podría contaminar ríos y suelos, agravando el estrés hídrico y la deforestación en el país.
- Con mayoría en la Asamblea Legislativa, el partido de Bukele tiene la capacidad de cambiar la ley para eliminar la prohibición.
Sinopsis:
La minería es ahora foco de fuerte debate en El Salvador tras la idea del presidente Nayib Bukele de eliminar una prohibición de 2017 que impide su explotación, ley que calificó de ser una "tontería".
El mandatario asegura que El Salvador tiene uno de los depósitos de oro más densos por kilómetro cuadrado en el mundo. Según sus palabras, el valor total de estos recursos podría alcanzar más de 3 billones de dólares, lo que representa más de 8,800% del PIB del país.
Según Bukele, esta riqueza podría ser explotada de manera responsable para mejorar la economía del país centroamericano.
Para anular una ley en El Salvador, la Asamblea Legislativa necesita una mayoría de dos tercios de los votos de los 60 diputados presentes. El partiddo oficialista Nuevas Ideas posee una representación dominante con 54 legisladores.
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Por tanto, Bukele pidió la confianza de los salvadoreños en su Gobierno para permitir la minería metálica, prohibida desde 2017 por una ley que calificó de ser una "tontería".
En marzo de 2017, El Salvador se convirtió en el primer país en el mundo en prohibir la minería de metales, luego de una petición respaldada por sacerdotes católicos. El Congreso consideró esa actividad como una amenaza ambiental debido a la excesiva demanda de agua que exige y al drenaje de metales pesados y de desechos tóxicos como mercurio y cianuro.
Por su parte, los ambientalistas y organizaciones civiles argumentan que la extracción de metales, especialmente con el uso de cianuro, puede contaminar ríos y suelos, poniendo en riesgo la salud pública y la biodiversidad. Además, señalan que El Salvador ya enfrenta problemas graves de estrés hídrico y deforestación, y que la minería solo agravaría estas condiciones.
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El Estado de El Salvador ganó en octubre de 2016 una millonaria demanda de la minera canadiense Pacific Rim en un proceso de arbitraje desarrollado en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), del Banco Mundial.
La empresa OceanaGold, que asumió la explotación posteriormente, proyectaba una inversión de $200 millones para extraer oro y plata en la mina El Dorado, ubicada a 72 kilómetros al nororiente de San Salvador.
La iniciativa minera de Bukele ocurre cuando está en busca de un “milagro económico” para El Salvador luego de adjudicarse un “milagro de seguridad” al aplicar desde marzo de 2022 medidas de seguridad como el régimen de excepción, la suspensión de derechos constitucionales que le ha permitido capturar a más 83 mil personas señaladas de ser pandilleros.