“Necesitamos más personas con voz, como Grace Tame”, afirma experta en temas de género en Australia

2021 Australian of the Year Grace Tame addresses the National Press Club in Canberra, Wednesday, March 3, 2021.

2021 Australian of the Year Grace Tame addresses the National Press Club in Canberra, Wednesday, March 3, 2021. Source: AAP

El evento en el que la australiana del año 2021 Grace Tame le negó una sonrisa al primer ministro Scott Morrison, ha agitado un debate sobre la cortesía que “obliga” a las mujeres a complacer a los demás y sobre las estructuras de poder que apoyan el acoso y el abuso, según analiza la investigadora en temas de género Ruth McHugh-Dillon.


Australia se ha enzarzado en un apasionado debate por la sonrisa que Grace Tame le negó al primer ministro Scott Morrison.

Morrison organizó un almuerzo el martes en Camberra para homenajear a los australianos del Año, al que acudió como invitada Grace Tame.

La australiana del año de 2021 por ser la voz de los sobrevivientes de abusos sexuales en Australia le dio a su llegada un apretón de manos al primer ministro, sin mirarlo. Lo saludó con un seco "buen día", y después posó para la prensa con un rostro glacial que denotaba incomodidad.


Puntos destacados:

  • La joven de 27 años, quien acudió al desayuno con su prometido, le dio un apretón de manos a Morrison sin mirarlo, le saludó con un seco "buen día", y después posó para la prensa con un rostro glacial que denotaba incomodidad.
  • La polémica sobre el comportamiento de Grace Tame enfrenta opiniones en torno a la supuesta "descortesía infantil" de Tame al "irrespetar" al primer ministro, contra otras visiones que cuestionan por qué una sobreviviente de abusos sexuales "tiene que sonreír" y esconder sus verdaderos sentimientos, una conducta que frecuentemente se impone a las mujeres.
  • Durante el año de Tame como australiana del año, Morrison fue ampliamente criticado por su falta de acción tangible y empatía tras denuncias de abusos sexuales de mujeres en el parlamento de Australia.

Este incidente encendió un apasionado debate en los medios y las redes sociales sobre la cortesía y la educación que obliga a las mujeres a complacer a los demás.

Por un lado, las críticas por no ser cortés con el primer ministro, no sonreír y no apoyar el status quo. Y por otro los que defienden el derecho de Tame de desafiar ese estatus quo y mostrar abiertamente su descontento por la inacción de Morrison en los asuntos de discriminación hacia las mujeres.
El viernes Morrison se pronunció por primera ver sobre este asunto en la radio 4bc de Queensland, donde le preguntaron si él y su mujer se habían sentido ofendidos por la actitud de Tame.

“Grace es una persona apasionada que ha planteado cuestiones importantes”, dijo Morrison.

“Ha tenido un calvario de vida terrible, y de abusos. Es horrible. Y sé que muchos australianos, incluido yo, apoyan sus esfuerzos para garantizar que estos problemas se puedan plantear y abordar”.

“Nuestro gobierno ha hecho más que cualquier otro gobierno en este tema, y eso se debe en parte al fuerte enfoque que se ha puesto en estos temas y la respuesta que hemos dado”.

“Así que le agradezco su tiempo como australiana del Año y como digo, si viene gente a nuestra casa, Jenny y yo siempre los recibimos con una sonrisa”, concluyó el primer ministro.
La Dra. Ruth McHugh-Dillon, investigadora asociada de estudios españoles y latinoamericanos dijo a SBS Spanish que este debate está muy centrado en el comportamiento de Tame y no en otras cuestiones más importantes.

“El debate se centra en lo que hizo o no hizo, en su apariencia… lo que no me parece muy importante, sobre todo si pensamos en lo que ella ha hecho y dicho durante 2021 en el puesto de australiana del año”.

Grace Tame tenía 15 años cuando fue violada en repetidas ocasiones por su profesor de matemáticas, de 58 años.

Los abusos, que duraron seis meses, se produjeron en un contexto de vulnerabilidad. Además de diferencia de edad y poder entre el perpetrador y la víctima, la joven tasmana también padecía de anorexia y su autismo aún no estaba diagnosticado.

“Ella ha mostrado cuán importantes son los otros elementos no físicos o sexuales en el control, el poder y el abuso. Por eso la gente se enfada tanto en esos intentos de acallar o controlar el comportamiento de Tame, porque ella siempre ha luchado por elevar su voz y educarnos en los elementos psicológicos del abuso”, apunta McHugh-Dillon.
Necesitamos más personas con voz, como Grace Tame.
La investigadora afirma que hoy en día se está teniendo una conversación “más matizada” sobre estos asuntos, sobre todo en lo que se refiere al control y la coerción.

“Hay que entender que el abuso no empieza con el acto físico, si no con el control psicológico, la manipulación del poder, el desequilibrio entre los niños y los adultos, como en el caso de Tame”.

“Necesitamos entender todas esas estructuras que apoyan el acoso y el abuso y ver qué podemos cambiar en las estructuras”, asegura McHugh-Dillon.

Escucha la entrevista completa con la Dra. McHugh-Dillon presionando la imagen de portada.


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