Panamá suma tres semanas de parálisis por las más importantes protestas en décadas

A striking teacher waves a Panamanian flag as he protests against the high cost of living during a march towards the National Assembly in Panama City, Tuesday, July 19, 2022. (AP Photo/Arnulfo Franco)

A striking teacher waves a Panamanian flag as he protests against the high cost of living during a march in Panama City, Tuesday, July 19, 2022. Source: (AP Photo/Arnulfo Franco)

La protesta está diseminada en todo el territorio para exigir al gobierno derechista de Laurentino Cortizo una rebaja del costo de la vida y una lucha frontal contra la corrupción, considerada la madre de todos los males de Panamá, un país de 4 millones de habitantes y uno de los más desiguales del mundo.


Sinopsis:

Durante tres semanas continuas Panamá se ha encontrado paralizado en medio de las más grandes protestas vividas por el país centroamericano en décadas.

El importante sector del magisterio inició las protestas con una huelga indefinida en la provincia de Veraguas, y se fueron sumando sindicatos como el del poderoso sector de la construcción, organizaciones sociales, grupos indígenas y otros sectores de la población trabajadora, incluyendo el descontento de importantes sectores de las clases medias panameñas.

El gobierno de Laurentino Cortizo sostiene varios diálogos con la mediación de la Iglesia Católica, pero algunos de los sindicatos y grupos sociales difieren en sus exigencias, imposibilitando el retorno a la normalidad a pesar de un acuerdo para reducir los precios de los combustibles. El mandatario ha culpado el alza de precios a la pandemia y la guerra en Ucrania.

Los bloqueos, especialmente en la carretera Interamericana, que cruza el país y lo une con Centroamérica, han causado escasez de alimentos, combustible y otros productos en los centros urbanos, carestía de los pocos vegetales, frutas y legumbres que se consiguen y obligado a los trabajadores a caminar largas distancias, incluso por autopistas, pagando doble pasaje para llegar a sus centros de empleo y hogares.

Además, las protestas en Panamá han dejado en evidencia la fragilidad de las vías de comunicación de un país que prácticamente se conecta a través de una carretera. La nación centroamericana que tiene la capacidad de unir el comercio mundial se encuentra bloqueada en buena parte de su interior.

Después de la invasión en 1989 en Panamá por parte de Estados Unidos, y más precisamente desde mediados de los años noventa, en el país centroamericano se instaló un modelo neoliberal en profundidad.

Con una economía dolarizada, con ingresos anuales de miles de millones por el canal de Panamá y con el sector de servicios como principal motor, la economía panameña tuvo un ritmo promedio del 6% anual en las siguientes dos décadas a la invasión y no se contrajo un solo año hasta 2020, por los efectos de la pandemia COVID-19.

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