Al menos 350 personas murieron después de que los ataques suicidas con bombas ocurrieran en ocho lugares diferentes en Colombo y sus alrededores el domingo, aproximadamente cinco semanas después de que 50 personas murieran en ataques a tiros en dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda.
El Estado Islámico también se atribuyó la responsabilidad de los atentados, liberando imágenes sin fecha y una foto que pretende mostrar la promesa de los atacantes de lealtad al grupo terrorista extremista.
Sobre las implicaciones para Australia de la posibilidad de que estos ataques sean en respuesta a lo sucedido en Nueva Zelanda, conversamos con el académico y experto en estrategia y seguridad en Canberra, Cesar Álvarez.