Sinopsis
Más de 55.000 migrantes venezolanos, cubanos y nicaragüenses fueron detenidos en agosto pasado en la frontera sur de Estados Unidos, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, que atribuye dicho éxodo a las crisis políticas en estos países con gobiernos de izquierda.
“El fracaso de los regímenes comunistas en Venezuela, Nicaragua y Cuba está impulsando una nueva ola de migración en todo el Hemisferio Occidental, incluyendo el reciente incremento de encuentros en la frontera suroeste de Estados Unidos”, dijo Chris Magnus, comisionado de la Patrulla Fronteriza, en un comunicado.
Mientras cientos de venezolanos están cruzando desde México a Estados Unidos para entregarse a la Patrulla Fronteriza atraídos por versiones de que las autoridades estadounidenses les permitirían solicitar asilo a partir del 10 de septiembre, según testimonios referidos por la AFP.
En la actualidad, miles de migrantes venezolanos han saturado la frontera de México con Estados Unidos, en particular la de Juárez, El Paso, donde en la última semana 660 al día han cruzado por el caudaloso río Bravo.
La migración venezolana hacia Estados Unidos se desplomó a principios de este año luego de que México impuso restricciones a los viajes aéreos, pero aumentó en los últimos meses debido a que más de ellos llegan por tierra.
Según la Patrulla Fronteriza, casi 7 de cada 10 detenciones de venezolanos que cruzaron la frontera de Estados Unidos ilegalmente durante agosto ocurrieron en el sector Del Rio, en Texas.
Mientras, el 10 de septiembre entró en vigor la extensión del Estatus de Protección Temporal para migrantes venezolanos ya en Estados Unidos que les otorga permisos de trabajo y evita las deportaciones. Sin embargo, las familias venezolanas siguen buscando refugio.
Al mismo tiempo, por tercer mes consecutivo, se hicieron menos detenciones de migrantes de México, Guatemala, El Salvador y Honduras.
