Rosario Marcial acude todos los días al gimnasio. Ella siempre va acompañada de su pequeño hijo. No importa que sea un día muy caluroso o esté lloviendo. Ella todas las tardes toma el autobús que recorre algunos suburbios de la ciudad de Sídney, en Nueva Gales del Sur, y después de casi media hora Rosario y su pequeño llegan a su destino.
Esta ha sido su rutina desde hace más de un año, cuando su hijo aún estaba aprendiendo a caminar y tenía que cargar el carrito del bebé para subir al autobús.
Pero Rosario no acude al gimnasio todos los días solo para mantener su salud o para modelar su figura. Esta joven mujer mexicana, que hace cinco años emigró a Australia, se ha impuesto esta rutina para alcanzar la meta de convertirse en campeona mundial de boxeo femenino, una carrera que inició en su país desde que era casi una niña.Rosario Marcial proviene de una pequeña comunidad mexicana en la que el boxeo es cosa de hombres. Pero a muy temprana edad ella demostró lo contrario.
The Aztec Warrior debutó hace unos meses a nivel profesional en Australia y el 2 de julio va por su segunda pelea en la categoría peso gallo. Source: Supplied
“Mi papá fue el que decidió llevarme porque dice que yo de pequeña era muy hiperactiva. Entonces quiso llevarme y me gustó; comencé a competir en varios torneos. A mi mamá nunca le gustó que yo estuviera entrenando, siempre piensa que me van a lastimar. Entonces ella no quería, ella estaba en contra de eso, pero mi papá siempre me apoyó”, relata la deportista mexicana.
A los 12 años Rosario Marcial subió por primera vez al cuadrilátero para enfrentarse en una pelea amateur, la cual ganó.
No pasó mucho tiempo para comenzar a pelear de manera profesional y así empezar a escribir su historia en el boxeo mexicano.
Fue también en ese ambiente, a los 18 años, que conoció a su esposo, con quien en el 2017 emigraría a Australia, a donde llegó a los 20 años y con seis meses de embarazo.Un nuevo mundo se abría ante los ojos de Rosario. Desafortunadamente su casi nulo inglés, la nueva responsabilidad de atender a un pequeño y la falta de una red de apoyo sumieron en la tristeza a esta joven madre.
Rosario Marcial durante sus entrenamientos en Australia. Source: Supplied
La verdad es que creí que no iba a regresar al boxeo. Pensé que iba a ser mamá a tiempo completo. Yo ya no tenía planes seguir con el boxeo porque yo estaba como triste, desanimada.
“Cuando hablaba con mi papá me decía: ‘tú échale ganas, regresa a entrenar, trata de buscar algún gimnasio’… Después mi esposo me dijo: ‘ponte a buscar gimnasios en internet y sin miedo ve y pregunta”, cuenta la boxeadora mexicana.
El apoyo de su padre a la distancia y el de su esposo en Australia empujaron Rosario a tocar puertas.
Un día esta joven tímida, como ella misma se define, subió su carriola al autobús y tomó rumbo a un gimnasio que había visto en internet, donde decía que entrenaban a boxeadores.
Con un escaso inglés pidió informes, se inscribió y comenzó a entrenar.Hassan El-Achrafi, quien después de unos días se convertiría en el entrenador de Rosario, recuerda a esa tímida mujer entrando al gimnasio con su pequeño en el carrito de bebé.
Rosario Marcial aspira a ganar un título mundial de boxeo. Source: Supplied
“Un día estaba en el gimnasio y una chica con un cochecito vino. No hablaba mucho inglés, pero me dijo que quería venir a entrenar -pero por mensaje porque no habla inglés; me mostró en su teléfono la traducción- y le dije que sí. Vino al día siguiente. Yo pensé que era una principiante y cuando empezó a tirar golpes me di cuenta que tenía el estilo mexicano. Ella es muy poderosa, muy fuerte”, comenta Hassan El-Achrafi.
El estilo de Rosario, su técnica y su entrega en los entrenamientos no pasaron inadvertidos y en menos de una semana su instructor conversó con ella sobre la posibilidad de entrenarla para seguir boxeando, ahora en Australia.
Emocionada por esta nueva oportunidad que la vida le daba, Rosario comenzó a buscar un nuevo nombre de batalla. Ya no usaría más el sobrenombre que tenía en México.
Así nació Rosario Marcial, The Aztec Warrior (la Guerrera Azteca), quien en menos de un año tuvo su primera pelea en Australia a nivel amateur para evaluar su condición física, ir tomando confianza nuevamente y ver cómo se sentía en el ring de boxeo en su nuevo país.
“La verdad es que estaba muy nerviosa. Después de casi cinco años que no había subido a pelear. La verdad es que no me sentí igual como cuando estaba en México con constante entrenamiento. Me sentí muy cansada en esa pelea. Pero afortunadamente gané” recuerda orgullosa Rosario.Después de esa primera pelea the Aztec Warrior, como la conocen en Australia, se empeñó aún más en sus entrenamientos. Todos los días, sin falta, asistía al gimnasio de la mano de su pequeño que para entonces ya comenzaba a explorar el mundo.
Rosario Marcial, la Guerrera Azteca. Source: Supplied
Armada con juguetes, comida y cosas para entretener al pequeño, la Guerrera Azteca, aprovechaba la siesta del niño para dar todo en el entrenamiento.
The Aztec Warrior debutó hace unos meses a nivel profesional en Australia y el 2 de julio va por su segunda pelea a nivel profesional, esta vez en la categoría peso gallo, para la que se ha estado preparando intensamente con hasta tres horas de entrenamiento diario.
A decir de su entrenador, la determinación de la Guerrera Azteca, su persistencia y su técnica pueden llevarla muy lejos en este deporte.
“Sabía que algo en ella era diferente porque las chicas no golpean así. Ella golpea muy fuerte, golpea más fuerte que la mayoría de mis muchachos. En Australia creo que tiene muchas oportunidades. Sí, creo que puede llegar a la cima si realmente quiere”, asegura el entrenador de The Aztec Warrior.
Escucha el relato completo de la Guerrera Azteca presionando el ícono que aparece en la imagen principal.
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