Puntos destacados:
- 1 de cada 10 de los pacientes diagnosticados puede permanecer sintomático más allá de 3 semanas.
- Las tasas de disfunción cognitiva o niebla mental tienen un promedio de duración de 7,6 meses.
- El 47% de los pacientes con COVID-19 ha sufrido algún cambio en el olfato o el gusto
Síntomas y secuelas del “Covid persistente”
Un estudio sugiere que 1 de cada 10 de los pacientes diagnosticados puede permanecer sintomático más allá de 3 semanas, y algunos de ellos, en menor proporción, durante meses.
El Covid persistente se da cuando hay un mantenimiento de los síntomas por encima del tiempo que se considera normal en esta enfermedad. Los síntomas habituales entre otros pueden ser el cansancio extremo, la imposibilidad de realizar tareas cotidianas, episodios de fiebre o febrícula o trastornos respiratorios entre otros muchos.
"Niebla Mental"
Una investigación científica ha dado luz sobre lo que ocurre a los pacientes con la denominada "neblina mental", tras haber padecido infección por coronavirus.
Las tasa de disfunción cognitiva o niebla mental tiene un promedio de duración de 7,6 meses después de que los pacientes han tenido la enfermedad del COVID-19.
Los síntomas son dificultad en la concentración, pérdida de memoria y falta de claridad en los pensamientos.
Esta investigación, realizada por la Escuela de Medicina Icahn del Sistema de Salud Mount Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, encontró que casi una cuarta parte de los pacientes que padecieron COVID-19 presentaban problemas relacionados con la memoria.
- El problema de la “niebla mental” puede persistir durante meses en los pacientes de COVID-19, incluso en algunos que no fueron hospitalizados.
Los investigadores observaron que los pacientes hospitalizados eran más propensos a presentar deficiencias en la atención, el funcionamiento ejecutivo, la fluidez de las categorías y la memoria.
Parosmia y Fantosmia
Uno de los síntomas que más llamó la atención sobre todo a inicios de la pandemia, fue la pérdida del olfato y el gusto, convirtiéndose ambos en un importante indicador de infección por COVID-19.
El 47% de los pacientes con COVID-19 ha sufrido algún cambio en el olfato o el gusto y alrededor de la mitad de estos ha desarrollado parosmia.
La parosmia es un trastorno que altera la cualidad del olfato, haciendo que la persona distorsione los olores que antes eran normales a olores fuertes y desagradables.
Dentro de este trastorno se encuentra la fantosmia, es decir, percibir olores fantasma, olores que no están ahí en la mayoría de las ocasiones, siendo estos fétidos y nauseabundos. Por tanto, el síntoma principal de la parosmia sería percibir un olor fétido de forma persistente, sobre todo cuando hay comida cerca.
El 85%- 90% de los pacientes afectados suelen ver desaparecer este trastorno de manera eficiente. El problema viene con los pacientes con el denominado COVID persistente ya que a más tiempo esté el olfato inhabilitado más difícil es volver a recuperarlo totalmente.
Escucha el informe de Bianca Vaquero, pulsando arriba en la imagen principal.
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