La explotación minera genera aguas residuales potencialmente tóxicas, que suponen un problema por su impacto medioambiental, pero esto puede cambiar gracias a Denys Villa, una profesora e investigadora mexicana en la escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Queensland, que está trabajando para recuperar metales de esas aguas residuales y que tienen ahora un valor muy alto en el mercado.
Se trata de una iniciativa con gran potencial de negocio para Australia y que además puede convertirse en una alternativa a la minería tradicional.
Según explica la docente, “el potencial es que muchas de estas minas extraían minerales pero otros metales se dejaban ahí abandonados y esos son los que son contaminantes pero que también han adquirido una relevancia económica en este tiempo.”
“Estamos hablando del cobalto, que el precio ha subido en los últimos años y estamos hablando de tierras raras que son las que se usan ahora en celulares y en nuevas tecnologías”.
“Hay un mercado que tiene mucho potencial ya que los precios han subido exponencialmente”, explica Villa.
Vista aérea de la contaminación del agua de una explotación minera de cobre. Geamana, Rosia Montana, Rumania Source: Getty Images
Extraer los metales de las aguas es una tarea laboriosa y las concentraciones en el agua son bajas, pero el precio de los metales es tan alto que merece la pena recuperarlos. El desafío ahora es buscar agentes precipitantes, como ciertos tipos de bacterias, que pueden ayudar a precipitar esos metales y facilitar su recuperación.
“Estamos en la etapa en la que hemos podido recuperar los metales pero no de manera selectiva. El reto es separarlos entre ellos y esa es la etapa en la que estamos en investigación”, explica la investigadora.
Villa apunta a que las aguas residuales de las minas abandonadas en Australia suponen un riesgo ecológico potencial, porque aunque estén contenidas y se sitúen en zonas áridas, si las condiciones climáticas cambian dentro de varias décadas esto puede hacer que alcancen aguas subterráneas o ríos y los contaminen.
“Hay un riesgo, no sabemos si va a pasar o cuando, pero hay un riesgo potencial que debemos tomar en cuenta”, asegura.
Denys Villa, profesora e investigadora en la escuela de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Queensland, Australia Source: Supplied
“El concepto es no ver a los desechos como algo que no sirve si no como un recurso nuevo que se puede volver a usar y que va a tener menos impacto que volver a hacer una mina nueva.”
Denys asegura que en algunos casos, los niveles de concentración de mineral que se encuentran en una roca o una veta para extraer son casi similares a los que se encuentran en las aguas residuales.
“Cuando se pone en perspectiva el impacto que tiene empezar una nueva mina con el que tiene utilizar tecnología para recuperar los minerales de las aguas residuales, tiene mucho potencial esta tecnología y se tiene que mirar a esto”.
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