Una escuela secundaria para niñas en Melbourne anunció que retiraría sus contenedores de basura para obligar a las alumnas a empacar sus almuerzos en loncheras reutilizables.
A partir del lunes, el personal de la secundaria de Melbourne Girls’ College en Richmond le pedirá a las más de 1.300 alumnas que minimicen el uso de las envolturas de plástico no reutilizables, incluido las bolsas de papas fritas o ‘chips’ y envases de jugo, y que se lleven toda su basura a casa.
Eliminarán los tachos de basura general, los tachos de basura reciclable y los de plásticos blandos, pero preservarán los que se usan para arrojar papel y los contenedores de desechos sanitarios ubicados en los baños; el resto de los contenedores, incluidos los 20 de reciclaje, serán retirados.
En materia de desechos de comida, el colegio tiene recipientes de compost, por lo tanto las alumnas pueden arrojar los productos perecederos que sirven para la mezcla en dichos recipientes; lo que no sirve debe ser devuelto a sus casas. Los padres apoyan la iniciativa.
La decisión se debe a la crisis de reciclaje que experimentan decenas de municipalidades de Victoria, tras el reciente cierre de SKM Recycling, una de las empresas de reciclaje más grandes de Australia.
Sin los servicios de la empresa, los desechos reciclables de miles de hogares en varias partes de Victoria están siendo recogidos como basura general y descartados en vertederos.
SKM Recycling entró en crisis cuando China anunció que dejaría de comprar basura reciclable de otros países, entre ellos Australia y después de experimentar una serie de incendios en sus instalaciones causados por el almacenamiento excesivo de materiales reciclables que se prendieron fuego.
Carlos Gros, director de SACYR Environment Australia, dijo a SBS Spanish que el colapso de SKM Recycling es un problema bastante grande.
En Australia no se estaba dando una solución al material reciclado dentro del país y la solución está en manos de los actores que participan en el reciclaje; desde los gobiernos, las autoridades locales y las empresas privadas. Estudiemos un poco la situación y veamos qué se puede hacer en estos momentos.
Ciertamente el cierre de la empresa SKM ha suscitado profunda preocupación por el impacto en el medio ambiente local y ha sumado un nuevo problema a la lucha de los estudiantes australianos contra el cambio climático.
En el caso de Melbourne Girls' College, la inquietud por hacer algo sobre la crisis de residuos surgió de un grupo de estudiantes y maestros que están a cargo de las políticas medioambientales del colegio.
La profesora Carolina Trujillo, quien enseña humanidades en el colegio, dijo a SBS Spanish que el grupos se inspiró en el modelo que las autoridades implementan en los parques nacionales de Australia, donde se le exige a los visitantes llevarse su basura de vuelta a casa, debido a que no proveen tachos de basura.Lucy Skelton, una alumna de año once y una de los lideres del grupo, escribió en las redes sociales que Australia tiene “una crisis en el manejo de los residuos” y “que debemos hacer algo, no solo para los estudiantes de hoy, sino también para los estudiantes de mañana”.
La profesora Carolina Trujillo (izquierda) con la líder en asuntos del medio ambiente de MGC, Lucy Skelton (derecha). Source: Supplied- C. Trujillo
Aunque es probable que la basura que las alumnas llevan a su casa termine en un vertedero, la profesora Carolina Trujillo opina que la nueva medida forzará a las familias a reflexionar sobre el volumen de plásticos que desechan. Al enfrentarse a esa realidad, ella espera que los hábitos de consumo de muchas familias cambien para bien.
Si no hacemos algo, nada va a cambiar y como maestros apoyamos los esfuerzos de nuestras alumnas para mejorar el medioambiente. Son nuestro futuro.
Estudiantes de MGC participando en una protesta contra el cambio climatico. Source: Supplied- Lucy Skelton