La relación entre el Covid-19 y la violencia doméstica se ha visto en todos los lugares donde el virus se ha propagado. Desde Wuhan a Nueva York, las presiones financieras, sanitarias y domésticas asociadas que vienen con un encierro actúan como una olla a presión sobre hombres que ya son violentos y controladores.
En Australia, los que trabajan en los servicios de primera línea son muy conscientes de los riesgos. Seguirán operando y durante las últimas dos semanas estas organizaciones han estado haciendo sesiones de planificación mientras se preparan para lo que viene.
El paquete de financiación del gobierno federal anunciado el fin de semana incluye 150 millones de dólares para servicios de asesoramiento sobre violencia familiar.
Esto se da cuando surgen informes de abusadores que se aprovechan del bloqueo del coronavirus para intentar intimidar o controlar a su pareja y el tenso silencio que se vive por el confinamiento que se da en el marco de esta pandemia.
Sobre como se esta dando esto en el terreno, conversamos con Cecilia Saravia del servicio The Orange Door en Victoria, que se encarga de ayudar y de asesorar a personas y familias que sufren del flagelo de la violencia intrafamiliar.
Las personas en Australia deben permanecer al menos a 1,5 metros de distancia de los demás y las reuniones se limitan a dos personas, a menos que estén con su familia en un hogar.
Si cree que puede haber contraído el virus, llame a su médico (no lo visite) o póngase en contacto con la línea nacional de información sanitaria sobre el virus de la coronavirus en el 1800 020 080. Si tiene dificultades para respirar o está experimentando una emergencia médica, llame al 000.
SBS se compromete a informar a las diversas comunidades de Australia sobre los últimos avances de COVID-19. Las noticias e información están disponibles en 63 idiomas en sbs.com.au/coronavirus.
