Australia se pone en guardia y adopta medidas contra la injerencia extranjera, en medio de las preocupaciones por la intromisión de China en sus instituciones educativas. Las universidades australianas, muchas de ellas en los primeros cien puestos del ránking mundial, producen una serie de investigaciones de punta y dependen, en parte, de los ingresos generados por la gran cantidad de estudiantes internacionales, muchos de ellos de China.
El ministro australiano de Educación, Dan Tehan, anunció el miércoles la creación de un Grupo de Trabajo contra la Interferencia Extranjera en las Universidades, que tendrá cuatro objetivos: asegurar la ciberseguridad, la protección de las investigaciones y la propiedad intelectual de los trabajos universitarios, la transparencia en las colaboraciones extranjeras, así como la promoción de una mayor comunicación con el gobierno.
"Cuando se trata de la interferencia extranjera, estamos dando claridad en la intersección entre la seguridad nacional, la investigación y la autonomía de la universidad", señaló Tehan, en un discurso ante el Club de la Prensa en Camberra.Tehan, quien el mes pasado rechazó la sospecha de que las agencias de seguridad serían un veto efectivo respecto a la colaboración con instituciones extranjeras, recalcó que los ataques a las universidades van en aumento y esto sucede porque tienen una serie de investigaciones en una serie de campos y producen una gran cantidad de propiedad intelectual.
Education Minister Dan Tehan Source: AAP
“Cuando se trata de interferencia extranjera, estamos proporcionando la claridad en la intersección entre la seguridad nacional, la intersección de seguridad nacional, investigación, colaboración y la autonomía De la universidad”.
Las universidades australianas han sido blanco de ataques, pero el más sonado fue el que se conoció en junio pasado cuando la Universidad Nacional Australiana (ANU, siglas en inglés) anunció que fue víctima de un ataque masivo de sus sistemas, en el que los piratas informáticos accedieron a información personal de las últimas dos décadas.
Universidades australianas blancos de ciberataques
Pero no fue la primera vez que los sistemas informáticos de la ANU, en Camberra, era blanco de ciberataques.
El año pasado además, un ataque en las redes atribuido a piratas iraníes afectó a cientos de universidades en todo el mundo.
Asimismo PishLabs, que ha dedicado dos años a rastrear a las amenazas cibernéticas, indicó en julio pasado a ItNews que la Universidad de Monash, por ejemplo, ha sido atacada al menos una decena de veces por “Silent Librarian” desde 2017.
La libertad de expresión
Otra de las medidas que adoptará el gobierno será investigar el nivel de la libertad de expresión en las universidades del país mediante una encuesta sobre el tema.
"La percepción de que algunos estudiantes y personal de las universidades se están auto-censurando por miedo a que sean acallados o condenados por expresar sinceramente sus puntos de vistas y creencias o por desafiar las ideas aceptadas ampliamente, nos debe preocupar", expresó Tehan.
La encuesta nacional sobre la calidad de la enseñanza y el aprendizaje Quality Indicators for Learning and Teaching (QILT) será actualizada para incluir preguntas sobre la libertad de expresión.
"El trabajo que hacemos juntos contra las formas de interferencia extranjera forma parte de un panorama mayor, en donde le gobierno federal trabaja con el sector para garantizar la libertad de expresión en sus campos y la libertad académica", señaló Tehan, al insistir en que “el Gobierno se está asegurando de que las universidades australianas sean lugares que alienten la libertad de expresión”.
La medida fue anunciada después de los enfrentamientos en la Universidad de Queensland el mes pasado entre los estudiantes que apoyaban al movimiento pro-democrático en Hong Kong y los simpatizantes de la postura China.
Reports of Communist Party control over Chinese overseas students have added to patterns of negative reporting on China by Australian media, say analysts Source: SBS World News
Influencia en la enseñanza o en las investigaciones
Asimismo, el mes pasado la Fiscalía de Australia señaló que investigará si los institutos Confucio, que operan en las universidades australianas en asociación con una universidad en China y la agencia de financiación educativa del gigante asiático, requieren registrar sus ingresos provenientes del extranjero.
El anuncio se dio después de que los diarios Sydney Morning Herald y The Age informaran que los contratos firmados por cuatro universidades señalan que “deben aceptar” la evaluación de las oficinas centrales del Instituto Confucio sobre la calidad de la enseñanza en sus centros.
El mes pasado, la directora ejecutiva de Universities Australia, Catriona Jackson, dijo que estas instituciones de educación terciaria “está mirando cuidadosamente los acuerdos con entidades extranjeras para asegurarse de que cumplan con las nuevas leyes”.
La Universidad Tecnológica de Sídney anunció que revisará su acuerdo de asociación de $10 millones de dólares con CETC, una empresa de tecnología militar china que desarrolla una aplicación que las fuerzas de seguridad china utilizará para rastrear y detener a ciudadanos musulmanes uiguires en la región de Xinjiang.
El Parlamento de Australia aprobó el año pasado leyes para prevenir la interferencia extranjera mediante el espionaje, la contra-inteligencia y las donaciones políticas.
Las relaciones entre China y Australia se han tensado por las sospechas y acusaciones de Australia de que el gigante asiático se está entrometiendo en sus asuntos domésticos, que China niega.
Las tensiones se han exacerbado con la confirmación esta semana de la detención por espionaje del escritor y académico chino-australiano Yang Henjun.