Un grupo de científicos ha investigado la relación entre la comida ultra procesada y el riesgo de contraer cáncer.
Investigadores de Francia y Brasil utilizaron datos de casi 105.000 adultos franceses que completaron cuestionarios en línea en los que detallaban su ingesta de 3.300 alimentos diferentes.
Estos datos se compararon con los casos de cáncer diagnosticados dentro del mismo grupo.
El resultado del publicado en la revista científica “The British Medical Journal” muestra que un aumento del 10% del consumo de este tipo de alimentos, está asociado con un significante aumento del 12% de riesgo de contraer cualquier cáncer, e incluso un aumento del 11% de riesgo de contraer cáncer de mama.
Sin embargo, no se encontraron asociaciones significativas con el cáncer de próstata o colorrectal.
A pesar de estos hallazgos, los científicos advierten de que es necesario hacer estudios más detallados para comprender mejor el efecto relativo de las diversas fases del procesamiento de los alimentos (composición nutricional, aditivos alimentarios, materiales de contacto y contaminantes neo formados) en estas asociaciones.
Los alimentos analizados en el estudio incluían panes envasados, bollos, pizzas y pasteles, patatas fritas, postres producidos industrialmente, refrescos, nuggets de pescado y pollo, fideos instantáneos y sopas, y comidas preparadas congeladas.
Investigaciones anteriores habían vinculado los alimentos procesados con alto contenido de azúcar, grasa y sal con la obesidad, la presión arterial alta y el colesterol alto, pero la evidencia firme de que haya un mayor riesgo de enfermedad, como el cáncer, ha sido "escasa", dijo el equipo.
Estas investigaciones destacaron que su estudio sólo mostró una correlación entre una dieta alta en alimentos ultra procesados y cáncer, aunque aseguran que esto podría ser una coincidencia, y no prueba de manera concluyente que estos tipos de alimentos causen cáncer de forma activa.
Ian Johnson, un investigador de nutrición de Quadram Institute Bioscience en Inglaterra, ha dicho que los autores han identificado "algunas asociaciones bastante débiles, de baja significación estadística".
"El problema es que la definición de alimentos ultra procesados que han usado es muy amplia y está mal definida por lo que es imposible decidir exactamente qué conexiones causales se han observado", dijo en comentarios a través del Science Media Center.
Tom Sanders, del King's College London, coincide en que el término "comida ultra procesada" era "difícil de definir".
"La definición excluye muchos alimentos caseros o artesanales como pan, pasteles, galletas, mantequilla, carne, queso, frutas y verduras enlatadas, así como azúcar y sal utilizados en la preparación de alimentos caseros", dijo.
"Desde un punto de vista nutricional, esta clasificación parece arbitraria y se basa en la premisa de que los alimentos producidos industrialmente tienen una composición nutricional y química diferente a la producida en el hogar o por artesanos. Este no es el caso".
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