Los niños y jóvenes mapuche sufren la represión violenta del Estado chileno contra este pueblo indígena que habita la sureña región de La Araucanía, en donde se concentran la mayor parte de las comunidades indígenas, denuncia en entrevista con SBS Spanish, Erika Lonconao, de la Asociación Cultural Newen Mapuche de Laja.
La líder mapuche,quien se encuentra en una gira por Australia, asegura que frente a esta represión, que incluye a grupos con entrenamiento militar, ellos se defienden con la palabra y la organización, pues lo único con lo que pueden contar son con palos.
“Nosotros no tenemos armas. Aparte, el gobierno compró cuatro o cinco (vehículos) blindados, que son de guerra, y con esto están amedrentando a nuestro pueblo. A las tres de la mañana disparan, teniendo niños con terror. Todos están psicológicamente muy mal. Se ponen frente a los colegios a amedrentar a los niños”, comentó Lonconao.
Según documentos oficiales de denuncias que fueron divulgados por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) , al menos 133 menores han sido agredidos de diversas formas por los Carabineros de Chile y la Policía Civil, entre ellas con disparos de perdigones, entre 2011 y 2017. Estas cifras no cuentan los casos que no han alcanzado los tribunales, pues muchas comunidades mapuche no confían en la justicia chilena, pues consideran que únicamente defiende y beneficia a los "winkas" o ciudadanos chilenos.
El pueblo mapuche defiende el derecho sobre sus tierras ancestrales por lo que se opone a la entrada de empresas agrícolas o forestales o la construcción de hidroeléctricas, por considerar que destruyen sus territorios y contaminan sus aguas. Los mapuches - palabra que quiere decir en mapudungún, su lengua originaria “gente de la tierra”- creen que la naturaleza le proporciona los recursos para vivir y todos los seres que habitan en el mundo deben compartir esos recursos sin agotarlos. La naturaleza está fuertemente vinculada a su cosmogonía indígena.
El conflicto indígena se agudizó con la muerte de Camilo Catrillanca a mediados de noviembre pasado en un confuso incidente en el que un grupo de policías que perseguía a unos ladrones de autos terminaron matando a este joven indígena de 24 años en Temucuicui, a unos 600 kilómetros de Santiago. Allí habitan algunas de las comunidades mapuche más radicales que reivindican la recuperación de sus territorios ancestrales.
Source: WikiCommons
Uno de los testigos claves es un joven mapuche de 15 años, quien estaba en el tractor con Catrillanca. Él fue quien denunció que recibieron tiros por la espalda sin mediar provocación y además acusó torturas perpetradas presuntamente por los Carabineros.
En una de las aristas claves del caso, este joven acusó al GOPE de grabar el incidente con sus cámaras y luego de destruir el registro, lo que implicó posteriormente la destitución de policías implicados en el incidente.
EL GOPE es un grupo denominado popularmente "Comando jungla", que está conformado por uniformados entrenados en Colombia para combatir actos terroristas en el sur pese a que la justicia no ha logrado determinar fehacientemente la existencia de este tipo de agrupaciones en la zona.
Para Erika Lonconao, las autoridades chilenas han perseguido también a Camilo Catrillanca como a otros líderes por dar “la lucha por defender la tierra”.
Mapuche flag show by members of Mapuche communities, students and social organizations during a protest to the death of the young Mapuche Camilo Catrillanca Source: SIPA USA
“Él le había ganado al gobierno una indemnización de 15 millones (unos 30.700 dólares australianos), pero el Estado chileno no para (se detiene) porque lo acusaron a él, primeramente, de sublevar y alentar a la gente a usar las armas y eso es mentira”, precisó la representante Mapuche.
Este fin de semana, el gobierno del presidente, Sebastián Piñera, anunció la remoción de La Araucanía del GOPE.
“Ellos están haciendo una guerra. En donde el gobierno tiene armas, nuestro pueblo tiene sus palos”, recalcó Lonconao, al asegurar que los mapuches “no son violentos” y descartar al mismo tiempo que la solución pase con un diálogo con un gobierno de turno “porque está bien clarito lo que quiere,: quitarnos las tierras porque ya no hay donde vivir en las ciudades”.
La líder mapuche pidió, que además de la retirada del Comando Jungla, se "de libertad a los presos políticos y que no haya más allanamientos en donde los niños estén sufriendo en cualquier momento de la noche con este COmando Jungla, que le dan vuelta a sus semillas, le tiran balinas (perdigones) a los niños en sus piernecitas, en sus guatitas (vientres. No respetan a nuestros ancianos. Nosotros a quienes más respetamos son a nuestros ancianos".
“Nosotros no estamos pidiendo migajas porque el pueblo mapuche no pide migajas. Solo queremos que nos devuelvan nuestras tierras, queremos nuestra cosmovisión como era en el tiempo de nuestros ancestros, así que es muy difícil que algún gobierno de turno tenga un diálogo verdadero sin mentir. Es difícil”, sentenció.
Lonconao expresó que al igual que los mapuche otros pueblos originarios y los de Australia “lo están pasando mal”, al defender la denuncia como arma para defender las tierras y lograr que “el mundo entero se entere (de lo que pasa)”.
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