Georgia renunció a una carrera en la ópera para hacer pornografía, en un intento por llegar a fin de mes

Las presiones financiaras están provocando que cada vez más australianos opten por hacer contenido explícito en línea para poder cubrir sus gastos del día a día. Pero, ¿realmente vale la pena, económicamente hablando?

Woman sitting in a studio.

Georgia durante su participación en el programa Insight.

Georgia tenía 21 años cuando comenzó a crear contenido sexual en línea.

“Yo era escéptica al principio. Acababa de terminar de estudiar una licenciatura en ópera y estaba considerando seriamente tomar ese camino como una carrera profesional.

“Pensé: tengo que tomar la decisión aquí. Realmente no puedo volver a cantar si hago esto”.

La joven asegura que las presiones financieras en su vida influyeron en su decisión de dedicarse a la pornografía en línea.

“Me enteré de cuánto dinero ganaba la gente y yo estaba arruinada. Era recepcionista en un trabajo que odiaba”, comenta.
Años más tarde, cuando la pandemia golpeó a Australia, la pareja de Georgia se unió a ella para crear contenido pornográfico. Ella dice que la tensión financiera fue la razón por la que su pareja decidió participar.

“Éramos dueños de gimnasios en ese momento y todos los gimnasios cerraron durante COVID”, explica.

Me enteré de cuánto dinero ganaba la gente y yo estaba arruinada. Era recepcionista en un trabajo que odiaba.
Georgia
En la plataforma que usa Georgia los creadores de contenido como ella ganan dinero al compartir su material con suscriptores de pago.

Georgia y su pareja hicieron pornografía juntos durante unos seis meses antes de que su pareja decidiera dejarlo.

“Definitivamente hubo un aumento masivo en los ingresos cuando comenzamos a hacer más contenido sexual. Por ejemplo, triplicamos nuestros ingresos”.
Contenido relacionado:

Hablemos de sexo

Si bien Georgia cree que su pareja no se arrepiente de la decisión, ahora que está financieramente estable, ella dice que él nunca volvería a hacer porno en línea.

“Definitivamente cumplió un propósito. Definitivamente fue un momento muy difícil para él financieramente y eso realmente ayudó. Ayudó a salvar nuestros gimnasios. Pero definitivamente él nunca volvería a hacerlo”. 

La realidad de la industria de la pornografía en línea

Tegan Larin es candidata a doctorado en la Universidad de Monash e investiga los salones de masajes y la industria del sexo no regulada en Melbourne. Ella detalla que la exageración en torno a las plataformas de suscripción pinta una imagen de una plataforma que empodera a las mujeres a través de la liberación sexual y un aumento de los ingresos.

“Ves las historias sobre mujeres que ganan miles de dólares al día. Se ve como una manera rápida y fácil de tener una entrada extra”.

En la realidad los creadores de contenido ganan entre $10 USD (15 AUD) y $2,000 USD (3,015 AUD) al mes, según un informe de 2021 del Avery Centre, una fundación estadounidense que investiga a adultos que sufren tráfico sexual comercial.

“No siempre es un trabajo tan rápido y fácil para todos”, asegura Larin.

"Supongo que muchos creadores de contenido están trabajando muy duro para crear ese material, pero no necesariamente ven los ingresos que le siguen".
El informe también encontró que los ingresos de OnlyFans, un servicio de suscripción de pornografía, aumentaron un 540 por ciento en 2020, cuando el mundo se cerró.

La investigadora Larin subraya que el aumento de mujeres que acuden en masa a las plataformas de suscripción refleja la difícil posición a la que se enfrentaron muchas después de perder ingresos durante la pandemia.

“Las mujeres se vieron afectadas negativamente por la pandemia de muchas maneras más que sus contrapartes masculinas. Una de esas maneras fue financieramente, debido al tipo de trabajo en el que las mujeres están más sobrerrepresentadas, como trabajos casuales o de medio tiempo, o trabajos informales, formas precarias de trabajo. Por lo tanto, a menudo fueron las primeras en perder sus trabajos”, explica la investigadora al programa de televisión de SBS Insight.

La Dra. Larin señala que muchas mujeres se enfrentaron repentinamente a una situación en la que de repente no pudieron llegar a fin de mes.

Si esa es una elección entre pagar el alquiler y comer o no, ¿es realmente una elección?
Tegan Larin, candidata a doctorado en la Universidad de Monash.

Parte de la economía colaborativa

Tilly es una trabajadora sexual y acompañante que creó brevemente contenido para sitios web de pornografía en línea al comienzo de la pandemia. Ella cree que la industria del porno en línea tiene similitudes con la economía colaborativa, un modelo económico en el que las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental para comprar, vender, alquilar o intercambiar bienes o servicios.

“Eres parte de la economía colaborativa y si esa plataforma desaparece de un momento a otro, si deciden eliminar tu cuenta por alguna razón, es realmente difícil construir esa plataforma en otro lugar”.
Tilly cree que las mujeres en general son explotadas por la sociedad y si las personas quieren sacar provecho de sus propios cuerpos, nadie debería interponerse en su camino.

"Creo que también cuando las mujeres eligen sacar provecho de su sexualidad, es como, quiénes somos nosotros para dar la vuelta y decir: 'No, no puedes hacer eso'".

Mientras tanto, Georgia ha seguido creando contenido en línea.

“De hecho, pasé a hacer sólo contenido en solitario”.

“[Mi pareja] es un gran partidario de que lo haga siempre y cuando eso me haga feliz”.

¿Quieres conocer más sobre este tema? No te pierdas este martes, a las 8:30 p.m., el programa Insight: "Sexo y suscriptores". También lo puedes ver en SBS On Demand.


Share
Published 23 May 2023 10:06am
Presented by Silvia Rosas
Source: SBS

Share this with family and friends