13 jugadores de rugby del equipo de Sta George Illawarra fueron multados con un total de 305.000 dólares y sancionados con suspensiones de partidos al participar en una fiesta el pasado fin de semana contraviniendo las medidas de bioseguridad que rigen durante el confinamiento de Sídney, que afronta un fuerte brote de COVID-19.
Estas sanciones a los deportistas, que además fueron multados por la Policía de Nueva Gales del Sur con 1.000 dólares cada uno, se da después de que varios jugadores del equipo de Canterbury Bulldogs fueran multados la semana pasada por incumplir las órdenes de salud pública, según recordó la ABC,
El director ejecutivo de los Dragones, Ryan Webb, dijo que "la arrogancia y la ignorancia de los 13 jugadores tanto a los protocolos de bioseguridad de la NRL como a la orden de salud pública del gobierno estatal es molesta y exasperante".
Puntos destacados:
- La NRL multó al jugador Paul Vaughan multó con 50.000 dólares y 8 semanas de suspensión, mientras los otros doce jugadores recibieron sanciones más leves.
- La Policía de NSW ya había multado a estos deportistas con 1.000 dólares de multa por violas las medidas de bioseguridad.
- El director general del equipo de St George Illawarra dice estar consternado por la "arrogancia e ignorancia" de sus jugadores.
La liga nacional de rugby (NRL, siglas en inglés) explicó en un comunicado que el puntal de los Dragons, Paul Vaughan, invitó a 12 compañeros de equipo a su casa el sábado."Se alega que varios jugadores se escondieron o huyeron de la residencia cuando la Policía de Nueva Gales del Sur acudió al domicilio tras las quejas de los vecinos", dijo la NRL en un comunicado.
Asimismo la Liga indicó que presuntamente “varios jugadores dieron o estuvieron involucrados en dar información engañosa sobre el evento durante la investigación de la NRL sobre las infracciones y que algunos de los jugadores conspiraron para ocultar información clave".
Entre los multados se encuentran Paul Vaughan, Corey Norman, Jack Bird, Matt Dufty y Jack de Belinn, entre otros.
Las sanciones propuestas para todos los demás jugadores que asistieron a la reunión incluyen suspensiones de un partido y multas que van desde 2.000 a 42.000 dólares, en función de su salario y de sus indiscreciones anteriores.
Además el anfitrión de la fiesta. fue suspendido el año pasado durante 14 días tras incumplir las medidas de restricción social impuestas por la NRL por desayunar en una cafetería de Illawarra.
El director ejecutivo de la NRL, Andrew Abdo, dijo que los jugadores conocían los protocolos de COVID-19 y "eligieron deliberadamente ignorarlos".
"Hay mucha gente que trabaja increíblemente duro para mantener la competición, es un privilegio jugar al fútbol, no un derecho".
"Quiero subrayar que hay casi 900 jugadores y funcionarios que siguen estrictas medidas de bioseguridad y la inmensa mayoría está haciendo lo correcto, como el año pasado".