Cuando las temperaturas bajan durante los meses de invierno la reacción natural es abrigarnos, prender nuestros sistemas de calefacción y mantenernos bajo la protección de los techos de nuestros hogares. Pero para las personas sin techo, el invierno es la época más difícil del año, independientemente del país en el que se encuentren.
En una noche cualquiera en Australia, una de cada doscientas personas se encuentran sin hogar, según cifras de , que se basa en datos de la Oficina de Estadísticas de Australia (ABS). Por lo general, esto significa que se alojan en viviendas improvisadas, en carpas, duermen bajo cartones en las veredas o, si tienen suerte, consiguen algún sitio para personas sin hogar donde se pueden quedar por unos días.
Pero a medida que las temperaturas bajan durante el invierno en los estados del sureste de Australia la demanda de ayuda aumenta para las organizaciones de asistencia que generalmente incluyen a las iglesias y grupos comunitarios.
Grupos como Winter Shelter, que realiza un programa especial junto a varias iglesias en el área de Maroondah en Victoria, utiliza edificios vacíos, salones comunitarios e iglesias para alojar temporalmente a las personas sin techo y ofrecerles alimentos y abrigos.
Este tipo de respuesta no ofrece soluciones permanentes, ofrece medidas temporales que salvan vidas durante la época más fría y peligrosa del año. Es la respuesta coordinada más eficiente que ofrecen las organizaciones al frente de este problema en todas partes del mundo.
A principios de este año, funcionarios, iglesias y organizaciones sin fines de lucro en la costa oeste de los Estados Unidos se acercaron a miles de personas sin hogar ofreciéndoles lugares seguros para dormir durante la temporada de invierno más dura en los últimos años.
Entre todos buscaron refugios improvisados para las personas más necesitadas; aumentaron las camas y abrieron decenas de bibliotecas, comisarías y sitios comunitarios para que las personas puedan dormir y pasar algunos días resguardadas del frío.
En otras partes del mundo, las autoridades han enfrentado desafíos similares.
A principios de julio, partes de Argentina fueron golpeadas por una ola de frío polar procedente de la zona patagónica, con térmicas bajo cero. Según el Gobierno al menos cinco personas sin hogar fallecieron por el frío en lo que va del año.
La ola de frío polar con caída de nieve, viento helado y temperaturas por debajo de cero afectó a unas quince provincias, entre ellas, Buenos Aires, Neuquén, Río Negro, La Rioja, Santa Cruz, Chubut, Córdoba, La Pampa, Tierra del Fuego, Santa Fe, San Luis, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan y Entre Ríos.
La respuesta es siempre la misma; equipos de emergencia comenzaron a trabajar con organizaciones ONGs, iglesias y grupos comunitarios para prevenir que las personas que viven en las calles pierdan sus vidas.
Pero este año al esfuerzo habitual se sumó un nuevo participante; el estadio Monumental del club de fútbol River Plate .
El club abrió sus puertas en Buenos Aires para dar refugio a miles de personas sin techo y distribuyó frazadas y abrigos en una de las noches más frías del año en la capital argentina.
Fue la primera vez que un estadio de fútbol abre sus puertas para acoger a personas sin vivienda y muchos esperan que no sea la última.
La iniciativa fue organizada bajo un acuerdo entre el club y la ONG Red Solidaria cuyo presidente es Juan Carr.
"Una muerte por frío tiene una gran significación social. La idea con esta movida es hacer mucho ruido para que la gente sepa que si ve a alguien en situación de calle tiene que llamar a las líneas de ayuda.
“Un tipo que pasa una noche con menos de cuatro grados puede morir", dijo Carr en entrevista con el diario
La respuesta de River incitó a que otros clubes de fútbol se sumen a iniciativas similares. San Lorenzo, Huracán y Estudiantes de Caseros ya han confirmado su intención de seguir los pasos del Millonario.
Hay unas 1.146 personas sin techo en la capital argentina, un 5 por ciento más que el año pasado, según datos de la alcaldía de Buenos Aires.
Varias ONGs estiman que la cifra real es al menos cuatro veces superior, coincidiendo con el aumento del desempleo y la pobreza, alentados por la recesión y la inflación.
En Australia mientras tanto, las enfermedades mentales y el desempleo juegan un papel importante en la indigencia de las personas sin techo y estos dos factores combinados , a menudo, empeoran el problema.
¿Pero qué se lograría si el MGC de Melbourne o el Sydney Stadium de Sydney siguieran el ejemplo de River Plate? ¿Cuántas vidas más se podrían salvar del frío este invierno?